El verano, bien, gracias...
Es habitual que alguien te pregunte estos días: ¿qué tal el verano?, y tú, pensando en el descanso, los paseos y excursiones, la lectura, el reencuentro con las amistades, las tertulias de terraza de bar, las fiestas de los pueblos, etcétera, le contestas: ¡pues muy bien! Por la noche, cuando te vas a dormir y apagas la luz, recuerdas la pregunta que te habían hecho y empiezan a pasar por tu mente unos cuantos titulares de noticias, de sucesos veraniegos, que te intranquilizan:"El GIL desembarca en Ceuta y Melilla / En Terrassa se producen brotes racistas y xenófobos/ Los hijos de los ayatolás reprimen las manifestaciones de estudiantes iraníes/ Los serbios y los gitanos son perseguidos por los albanokosovares, en un nuevo episodio de intolerancia/ China y Taiwan desatan hostilidades y reavivan viejas diferencias/ En Euskadi vuelven los altercados callejeros/ Irak y Estados Unidos mantienen su pulso aéreo/ Pinochet sigue disfrutando de su residencia veraniega británica/ Los jesuitas dicen que en el infierno no hay fuego/ El Papa también comenta que no sabe exactamente dónde está el cielo/ Las tormentas de agua, pedrisco y rayos causan daños abundantes/ India y Pakistán vuelven a comportarse como buenos vecinos/ El Gobierno español anuncia la prohibición de fumar en aviones y autobuses/ Un perro de compañía mata a una niña pequeña/ Los cerdos belgas, igual que antes los pollos, tienen mucho peligro/ Milosevic sigue presidiendo Yugoslavia/ En Suiza, 18 personas mueren haciendo barranquismo/ Las operaciones de entrada y salida de vacaciones se llenan de accidentes y de muertos/ Un pistolero de Atlanta decide acabar con la vida de nueve personas/ Tolerancia cero en Nueva York/ Centenares de muertos en un choque de trenes en la India/ Tifones y ciclones arrasan el este de Asia/ Dos volcanes amenazan de nuevo a los nicaragüenses/ Secuestros a discreción en Colombia y en Sierra Leona/ El Cáucaso sigue siendo un polvorín...", y por si esto fuera poco, unos cuantos optimistas, de muy variada condición, reciben el último eclipse total del milenio como el fin del mundo... No sé usted, lector o lectora, pero, en mi caso, la próxima vez que me pregunten ¿qué tal el verano?, me encogeré de hombros y seguiré caminando.-
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