La Policía Municipal impide a los rumanos levantar tiendas de campaña en San Roque

La Policía Municipal ha prohibido a los rumanos que se han instalado en el paraje de San Roque (Fuencarral) colocar sus tiendas de campaña o meter las furgonetas en el antiguo asentamiento, ya desmontado. Los 140 inmigrantes se ven obligados a dormir en colchones al aire libre. El defensor del menor, Javier Urra, anunció que pedirá al Gobierno regional y al Ayuntamiento que realojen a las familias censadas en el anterior campamento de Malmea.

Unas 20 patrullas de la Policía Municipal vigilan día y noche el asentamiento. Dos furgonetas taponan la entrada de vehículos a la zona donde pernoctan los rumanos. Éstos han tirado colchones y mantas en el suelo del campamento y pasan las noches a la intemperie. "El problema sería que hubiera alguna tormenta. Esta gente tendría que meterse en sus furgonetas o los coches para no mojarse, o estar debajo de los árboles", señaló Roberto Usano, de la asociación Mundo Justo.Otras cinco furgonetas se sumaron ayer a las siete que llegaron el sábado de Valencia y Murcia.

El defensor del menor, Javier Urra, visitó ayer San Roque y adelantó que pedirá a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid que realojen "de inmediato" a las familias censadas en Malmea. "El resto no puede ser trasladado a los campamentos, porque Madrid no puede acoger a todos los inmigrantes que vengan. La capital se convertiría en un gran campamento", afirmó Urra.

El Samur asistió ayer a los inmigrantes. Un bebé de 10 días sufría quemaduras de primer grado en la cara por el sol. Otro niño tenía infección respiratoria. José Antonio Jiménez, un médico del Samur, explicó que las condiciones sanitarias de San Roque eran malas. "El peligro es que ahora hace mucho sol y que la alimentación no es buena", comentó Jiménez.