Voces municipales, ópticas distintas

En los turnos de palabras intervinieron también dos representantes de la política local con ópticas distintas sobre la realidad socialista. El alcalde de Elche, Diego Macià, que apuesta por un entendimiento entre Ciscar y Lerma de cara al próximo congreso recalcó ayer: "Es el momento de comportamientos solidarios, generosos e integradores que no tengan ninguna exclusión. Este congreso [del 18 de septiembre] ha de ser el de la unidad y terminar con el espectáculo diario de la división del partido". Macià -que intervino como el alcalde del mayor municipio socialista de la Comunidad- también fijó sus prioridades: "El PSPV ha de contribuir, como ha hecho en anteriores ocasiones, a la victoria de Joaquín Almunia". La otra voz municilista fue la de Ana Noguera -miembro de la ejecutiva federal- que intervino para señalar: "Nos justificamos permanentemente porque tenemos un suelo electoral. A lo mejor hay que decir que es necesario regenerarse, porque si el día 18 [de septiembre] hay paz [interna] a base de un reparto [de poder] sólo habremos aplazado otra vez el problema". Ana Noguera advirtió: "Hay que hacer una suma de esfuerzos y no un reparto, porque no se puede afrontar el congreso como si se tratase de la tabla de supervivencia de cada uno de nosotros". "Hay que entender que el PSPV es plural y ha de mirar al futuro, porque parece que hemos frenado el impulso propio de un partido de izquierda", recalcó la portavoz socialista del Ayuntamiento de Valencia, que insistió en la necesidad de que haya respeto entre las direcciones y una militancia que se ilusionó con el proceso de primarias y la responsabilidad de elegir libre y secretamente.