Populares y andalucistas se cruzan acusaciones tras el pacto del PA y socialistas en la Diputación de Cádiz

Las malas relaciones existentes entre el Partido Popular y el Partido Andalucista se han trasladado a Cádiz a raíz del pacto de gobierno alcanzado por los andalucistas con el PSOE en la Diputación gaditana. Desde que se produjo el anuncio oficial del acuerdo, este pasado sábado, los dirigentes provinciales del PP han acusado al PA de utilizarles en las negociaciones como coartada para obtener pingües beneficios y de tener pactado de antemano el acuerdo con los socialistas. A la presidenta del PP andaluz, Teófila Martínez, y al presidente de Cádiz, Antonio Sanz, que acusaron, durante el Congreso del PP celebrado en Granada, a los andalucistas de emplear un doble lenguaje en las negociaciones después de las elecciones, se ha unido ahora la coordinadora provincial del PP de Cádiz y candidata popular a la presidencia de la Diputación, María José García Pelayo, quien se empleó a fondo para acusar al PA de actuar "con oscurantismo y alevosía". Ofertas y desmentidos El PP respalda su acusación en la negativa de los andalucistas a aceptar la oferta de su partido, que pasaba por darles la presidencia de la Diputación si pactaban con ellos. Esta propuesta suponía el apoyo de los nueve diputados del PP a los siete del PA, que ha sido la tercera fuerza más votada en la provincia de Cádiz. "Se demuestra claramente que nunca quisieron negociar. Nosotros le ofrecimos lo máximo, renunciando a la presidencia aunque teníamos más diputados que ellos", precisó García Pelayo. La representante del PP afirmó: "Ya estaba todo pactado previamente [a las elecciones municipales] porque si no, no se explica que cambien la presidencia que nosotros le dábamos por la vicepresidencia que han pactado con el PSOE". El secretario provincial andalucista, Ricardo Chamorro, respondió ayer a este chaparrón de críticas y rebatió todas las acusaciones. Aseguró que no recibieron ninguna oferta sobre la Diputación y argumentó que ellos solicitaron el puesto de presidente como única condición para pactar con el PP, pero que su propuesta no fue aceptada por los dirigentes populares. "La oferta del PP se ha producido en la cabeza de García Pelayo en sueños, porque este partido no se ha sentado en ningún momento con nosotros para hablar sobre la Diputación tras el 13 de junio", aseveró Chamorro. El cruce de acusaciones continuó cuando el dirigente justificó las críticas de los populares en la intención de desestabilizar al PA. Por su parte, el vicepresidente y portavoz socialista en funciones de la Diputación, Francisco González Cabañas, salió en defensa de PA y se sumó al cruce de acusaciones, críticas y descalificaciones de los últimos días. El dirigente socialista sostuvo que la reacción de los populares es "una pataleta infantil". "Todavía no han sabido digerir que han sido los grandes derrotados en las elecciones", afirmó.