El gran salto de Gil

Fue en el último salto. El alemán Andreas Wels, campeón hace dos años en Sevilla, falló y le dio el título por sólo 69 centésimas. José Miguel Gil, del club Canoe madrileño, un vivero histórico de la modalidad, ganó en Estambul la primera medalla de oro española en la historia de los saltos. A sus 28 años, ya un veterano, alcanzó lo más alto del podio en el trampolín de un metro, una prueba que no es olímpica (la clásica es a tres metros del agua, junto a la plataforma fija o palanca, a 10), pero sí está en el programa de los Campeonatos Mundiales y Europeos desde hace años. José Luis Hidalgo, hijo del que fue saltador pionero en la modalidad, y después técnico, fue sexto en la final para completar la gran jornada española. Los alemanes Wels y Ahrens escoltaron en el podio a Gil, por delante de los rusos Dobroshkok y Lukashin. Para mayor mérito de Gil, fue la primera medalla de oro que se le escapa a Rusia, absoluta dominadora hasta ayer.El éxito llega tras un largo camino español en los saltos y en el que la última figura fue Julia Cruz. Aún quedan posibilidades de más medallas con las últimas pruebas incorporadas al programa, los saltos sincronizados, en los que sí ha habido podios españoles, pero no el oro. Son saltos por parejas, de hombres y de mujeres, en las dos alturas olímpicas. También faltan por disputarse el trampolín femenino de un metro, el masculino de tres y la palanca femenina.

El comienzo de la natación, en cambio, fue frustrante para España. Una de las grandes bazas de medalla, Lourdes Becerra, acabó sexta en la final de 400 metros estilos, tras un cuarto lugar en la semifinal que hacía concebir esperanzas de medalla. Con 4.49.65 minutos, además, hizo la mejor marca española del año y tenía margen sobrado, si en la final si se acercaba a su récord nacional (4.45.17) para superar a alguna rumana, Caslaru (4.47.64) o Paduraru (4.47.90). Sí parecía fuera de su alcance la ucrania Yana Klochkova, en ausencia de la gran favorita, la eslovaca Martina Moravcova (con un sospechoso problema de tiroides), y de la irlandesa, Michelle Smith, sancionada por dopaje.

Sin embargo, la española se intaló en la sexta plaza desde el primer 100 de mariposa y no salió en los siguientes de espalda, braza y libre. Klochkova ganó con 4.38.14 y sólo fue acosada por Caslaru (4.40.98), que le recortó en braza su gran ventaja inicial. Paduraru incluso perdió el bronce ante la checa Cerna, que hizo 4.45.45, por encima del récord nacional de Becerra, que se fue a 4.50.05. Sólo haciendo su mejor marca hubiese logrado el mismo metal de los pasados Mundiales de piscina corta.

Frederik Hviid, en 400 libres, fue octavo y último (ganó el británico Palmer, con 3.48.50), pero con 3.53.80 sí batió el récord de España. También lo hizo por dos veces (en las series, 27.88, y en las novedosas semifinales, 27.82), Blanca Cerón, que se metió en la final de los 50 mariposa, aunque no tenga podio. La gran sorpresa del día fue el triunfo de Holanda sobre Rusia en el relevo masculino de 4x100 libres quitándole incluso, con 3.16.27, el récord de Europa. En mujeres, Alemania (3.40.87) cumplió el pronóstico.