"Madrid no te pregunta quién eres ni de dónde vienes"

A través de 200 páginas, el escritor y periodista Luis del Val se traslada a los años cincuenta, en plena posguerra española. Para ello ha buceado en los archivos históricos de Alcalá de Henares y ha utilizado un protagonista, Roberto, un niño de 10 años que se enfrenta a una dictadura. El título del libro, Prietas las filas, recoge la primera frase del himno oficial del falangista Frente de Juventudes. Luis del Val inició su trayectoria profesional en el diario Pueblo. También ha sido columnista de Diario 16, Ya, Tiempo e Interviú. Ahora es comentarista de la cadena SER y de Telemadrid. Ha publicado diversos ensayos y novelas. En 1988 ganó el Premio Café Gijón con Buenos días, señor ministro.Pregunta. ¿Por qué se le ocurrió escribir sobre la posguerra? Respuesta. Fue por encargo. Al principio, no me hizo mucha gracia, porque no tenía una perspectiva muy amplia del tema. Después, al indagar en los archivos de Alcalá, me fui animando. En mi caso creo que se ha tratado de volver a una ciudad cuyos perfiles había perdido.

P. ¿Qué le ha sorprendido más de esa época?

R. Ante todo, el choque entre la España real y la oficial. Me ha sorprendido la veleidad del discurso. Mi protagonista, el niño Roberto, de 10 años, tiene que oír proclamas que hablan de victorias, de ganadores y de perdedores. Mientras, la España real se dedicaba a cantar la dulzura a través de los boleros. Son dos formas muy distintas de cantar, y de contar, la realidad.

P. Después de nueve libros, ¿éste le ha supuesto un reto especial?

R. Sí, porque trata un asunto en el que las hipersensibilidades están todavía a flor de piel. He sido el escritor que más cartas ha recibido en la editorial. Las ha habido de felicitación, pero también han llegado de crítica, como la de un profesor de formación política de Bilbao, que lo tachó de libelo.

P. ¿Quedan en Madrid restos de la posguerra?

R. No, Madrid ha cambiado mucho. Hay generaciones cuya evocación de la guerra civil les parece igual que la Revolución Francesa. Es positivo, aunque no sea conveniente olvidar nuestro pasado y no saber lo que nos ha sucedido.

P. ¿Cómo le ha tratado Madrid?

R. Madrid es una ciudad abierta y pródiga, que no te pregunta de dónde vienes o quién eres, sino qué sabes hacer. En ese sentido, se parece a París o Nueva York, que se caracterizan por ser muy cosmopolitas y generosas. Barcelona, por los efectos perversos del nacionalismo, se está haciendo más provinciana.

P. ¿Qué mejoraría?

R. Madrid sufre los efectos de ser una megalópolis. La insolidaridad y la indiferencia pueden deberse en parte a la soledad que sufren algunas de las personas que viven en ella.

Prietas las filas. Un niño en el Frente de Juventudes. Luis del Val. Temas de Hoy. 206 páginas.