Sainz se hunde en Nueva Zelanda
El piloto español afronta la última etapa desde el séptimo puesto y Seat aspira al podio
"Nos han echado mal de ojo", dice Juanjo Lacalle, el manager y compañero del alma de Carlos Sainz. El piloto madrileño habrá afrontado esta madrugada la última etapa del Rally de Nueva Zelanda sin ánimo y sin posibilidades, ya que una salida de pista en la jornada de ayer cortó su reacción. Si ningún imprevisto sucedía en los tramos finales de la carrera, el finlandés Tommi Makinen lo tenía todo a punto para conseguir la victoria.Sainz (Toyota) perdió sus posibilidades de triunfo por culpa de una avería el viernes, pero ayer empezó a enderezar su situación y llegó a colocarse cuarto, posición que le hubiera dado algunos puntos para el Mundial. Pero esta vez un error suyo le costó aún más caro: en el penúltimo tramo del día se salió de la pista y perdió casi cuatro minutos, con lo que volvió a caer a la séptima posición de la general, y con pocas posibilidades de acabar entre los seis mejores, que son los que puntúan.
"El coche resbaló en una curva y no conseguí hacerlo girar. No hubo nada que hacer", explicó Sainz. "Hubiéramos podido volver a la pista y seguir sin perder mucho tiempo porque el coche estaba intacto, pero lo peor fue que se quedó enganchado y tardamos mucho tiempo, hasta que llegaron unos espectadores para ayudarnos a volver al camino". El de ayer fue el primer fallo de pilotaje de Carlos en lo que va de temporada.
El bicampeón español acabó la jornada muy desanimado, harto de la mala suerte que le acompaña. Su enemigo principal, Makinen (Mitsubishi), reflejaba todo lo contrario. Durante toda la etapa se dedicó a administrar su cómoda ventaja, sin correr riesgos. Su primer perseguidor, el francés Didier Auriol (Toyota), sufrió un accidente y se retrasó, y con vistas al último día de la carrera defendía 1 minuto y 36 segundos de ventaja respecto a su compatriota Juha Kankkunen (Subaru) para conseguir el resultado perfecto: antes de este rally ya era líder del Mundial y ahora aumentará claramente la diferencia.
Esta última etapa -el rally habrá terminado a las tres de la madrugada de hoy, hora española- prometía convertirse en un recorrido interminable para el joven piloto finlandés Toni Gardemeister y para todo el equipo Seat. A falta de los últimos siete tramos cronometrados (85 kilómetros) ambos aspiraban al podio.
Gardemeister, de sólo 24 años, es el piloto más joven de las escuderías oficiales. En Nueva Zelanda debutaba al volante del Seat Córdoba world rally car y ayer, al término de la segunda etapa, estaba a sólo 2 minutos y 30 segundos de su compatriota Makinen y menos de un minuto por detrás de su ídolo, Juha Kankkunen. Los tres primeros eran pilotos finlandeses.
Clasificación: 1. Makinen (Mitsubishi) 3h 21m 28s; 2. Kankkunen (Subaru), a 1m 36s; 3. Gardemeister (Seat Córdoba), a 2m 31s; 4. Radstrom (Ford Focus), a 4m 29s; 5. Auriol (Toyota), a 6m 5s; 6. Bourne (Subaru), a 6m 21s; 7. Sainz (Toyota) a 8m 13s.
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