Sampras amplía su leyenda

Si alguien le pregunta a Manuel Santana, el único tenista español que atesora títulos en tres tormeos del Grand Slam, si Pete Sampras es el mejor tenista de la historia, responde sin dudar que sí. "Es el mejor del siglo", afirma con contundencia. "Simplemente porque tiene una potencia de juego y unos golpes perfectos e inigualables". Sin embargo, frente a esta opinión surgen algunos matices de otros jugadores legendarios y de muy buenos conocedores del circuito actual que, sin discutir la marca que el estadounidense dejará en la historia del tenis, piensan que hay otros tenistas que han sido o que son más completos, como Rod Laver o el mismo Andre Agassi. Lo que nadie discute ya a estas alturas es que Pete Sampras ocupa un lugar entre los más grandes jugadores de la historia. Y todo el mundo es consciente de que los tres récords que el estadounidense, que el próximo 12 de agosto cumplirá 28 años, logró en el pasado torneo de Wimbledon serán difícilmente superables. Allí Sampras alcanzó las 270 semanas al frente de la clasificación mundial e igualó una marca que solamente Ivan Lendl había conseguido. Por otra parte, su victoria en la catedral no sólo le permitió convertirse en el jugador de este siglo que más veces ha ganado en Wimbledon (lleva seis títulos, uno más que Borg, y uno menos que William Renshaw, que se impuso siete veces a finales del siglo pasado), sino que impulsó su leyenda y la catapultó a la cumbre de la lista de títulos ganados en el Grand Slam. Hasta el pasado domingo, Roy Emerson ocupaba aquel trono con 12 títulos. Ahora Sampras no sólo lo comparte, sino que tiene ante sí la posibilidad de desplazar al australiano.

"El Open de Estados Unidos sería el lugar ideal para ganar el decimotercer grande", afirmó Sampras tras imponerse a Agassi en la final del torneo de Wimbledon. "Allí es donde comencé mi verdadera carrera profesional". Con 19 años y 28 días Sampras se convirtió en 1990 en el ganador más joven del Open de Estados Unidos tras eliminar a algunos jugadores tan ilustres como John McEnroe, Andre Agassi e Ivan Lendl. Desde entonces, su palmarés ha ido creciendo a velocidad de vértigo: desde 1993 ha ganado al menos un Grand Slam cada temporada.

Sin embargo, su historial no es completo. Le queda una asignatura pendiente, el torneo de Roland Garros. Igual que le ocurrió a Lendl y a Ken Rosewall con Wimbledon, a Borg con el Open de Estados Unidos y a Edberg con Roland Garros, Sampras se ha estrellado cada vez que ha intentado el asalto al torneo parisiense. Y ahí radica, precisamente, el foco principal de los matices que impiden la unaminidad en su consideración de número uno indiscutible de la historia.

"Todos sus títulos del Grand Slam los ha ganado en pistas rápidas", asegura Manuel Orantes, campeón del Open de Estados Unidos en 1975 y del Masters en 1976. "Ha hecho historia y puede continuar batiendo récords inigualables, pero le falta variedad. Si el saque no le funciona, o cuando juega en pistas de tierra batida, su nivel baja mucho. No domina otros aspectos del juego, probablemente porque en el circuito actual no lo necesita. Pero para mí hay jugadores más completos, como Rod Laver, Bjorn Borg o el mismo Agassi, que han sido capaces de jugar a un gran nivel en todas las superficies".

Laver ganó los cuatro torneos grandes los años 1962 y 1969 y cuadró de esta forma dos Grand Slam, algo que hasta la fecha sólo ha conseguido otro jugador, el estadounidense Donald Budge, en 1938. Borg ganó seis veces en el Open de Estados Unidos. Agassi se impuso este año en Roland Garros y se convirtió en el único jugador de la historia que ha ganado los cuatro grandes torneos en cuatro superficies distintas, lo que demuestra su polivalencia. Pero Sampras nunca ha pasado de unas semifinales en la tierra batida de Ronald Garros, y este mismo año ha perdido en la segunda ronda.

"No, para mí Sampras no es el mejor del siglo", reflexiona Andrés Gimeno, ganador de Ronald Garros en 1972 rozando los 35 años. "Laver tiene dos Grand Slam y Budge uno. ¿Que a nivel de juego está a la altura de Laver?, tal vez. Pero no ha demostrado nada en tierra batida. Y dudo que logre ganar el torneo de París porque le falta paciencia. Para mí es el mejor de todos los tiempos en pista rápida, o al menos uno de los mejores. Pero bajo mi punto de vista hay al menos otros dos jugadores tan grandes como él o más, Laver y Pancho González. Aunque ellos no tienen tantos títulos grandes porque, como yo, se pasaron al profesionalismo en sus mejores años".

A estas opiniones se añade la de Javier Duarte, Dudu, entrenador de Àlex Corretja y uno de los mejores conocedores del circuito actual. "Repetir lo que Sampras ha conseguido me parece muy difícil, tal vez imposible", asegura Duarte. "A este nivel, en cuanto a récords, es el mejor. Pero no es el más completo. Le falta jugar mejor en tierra batida. Allí va un poco perdido. Y no hay mucha confianza en que pueda ganar un día en Roland Garros. Para mí, Agassi es más regular en todas las superficies. Pero en hierba y en rápida, Sampras domina el juego de saque y volea y eso es fundamental. En el circuito actual no hace falta más para estar arriba". La historia de Sampras aún no ha concluido. Le quedan un par de años muy buenos en los que puede elevar el listón de sus récords y dejarlos definitivamente fuera de alcance, al menos en muchos años. Sin embargo, su leyenda personal lograría un aplauso universal si en estas dos próximas temporadas ganara en Roland Garros. "Este año Agassi venció en París cuando ya nadie lo esperaba", se sincera Sampras. "Pero yo creo en el destino y en alguna parte debía estar escrito que Andre iba a ganar allí. Lo único que espero es que este epitafio también esté escrito para mí. Pero no lo sé por el momento. En cualquier caso, nunca pensé que podría llegar tan lejos cuando comencé mi carrera".