Jorge Silva Melo rueda en Sevilla una película sobre la fascinación de la ciudad

Una mujer mayor que, enferma de cáncer, ve cómo su final se acerca, viaja con su hijo a Sevilla, ciudad que la conquistó en su adolescencia. Éste es el punto de partida de Antonio, un chico de Lisboa, una coproducción hispanoportuguesa dirigida por Jorge Silva Melo. Narrada en clave tragicómica, la película cuenta el accidentado viaje de madre e hijo desde Lisboa a Sevilla, donde concluye la historia. El rodaje en la capital andaluza, que empezó el martes y concluirá hoy, se desarrolla en algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad como los Reales Alcazares, el Parque de María Luisa, o las calles Betis, Sierpes y Tetuán. Para la gestión de algunos permisos han contado con la colaboración de la Sevilla Film Comission, iniciativa de la Fundación Audiovisual Andalucía (AVA), que ya colaboró con la película Nadie conoce a nadie, también rodada en Sevilla, así como de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y están a la espera de respuesta de Canal Sur Televisión para que participe en esta producción que podría presentarse en el Festival de Cine de Berlín. La película, con un presupuesto cercano a los 200 millones de pesetas y un reparto desconocido en nuestro país, también tiene participación española, como la del director de fotografía José Luis Alcaine, ganador del Goya en tres ocasiones. La productora española es Tráfico de Ideas. Por parte portuguesa participa Fabrica de Imagens, coproductora de varias películas españolas recientes como El perro del hortelano o Secretos del corazón.