El PSOE "tendrá en cuenta" el apoyo del PA en Sevilla en el escenario de las elecciones andaluzas

Los socialistas van a tener en cuenta en el futuro el apoyo que los andalucistas les han prestado en los ayuntamientos recientemente constituidos. El secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, explicó ayer que "el gesto del PA" para facilitarles las alcaldías de Sevilla y Granada "estará encima de la mesa en el escenario de las próximas elecciones autonómicas". Las combinaciones de escaños por el posible descenso de IU, y la subida socialista, podría arrebatar al PA el papel de bisagra que le propició la entrada en el Ejecutivo andaluz para cogobernar en estos tres últimos años.

Luis Pizarro dijo que, en líneas generales, el PA ha "cumplido" en los municipios donde habían establecido un pacto. "Lo que ocurra en las elecciones autonómicas dependerá del escenario que se plantee, y de que los acuerdos recientes sean sólidos y den estabilidad a los gobiernos, con lealtad mutua", señaló. Según el dirigente socialista, el vuelco en Sevilla del presidente del PA, Alejandro Rojas-Marcos -que ha dado la alcaldía a Alfredo Sánchez Monteseirín-, y también la alianza en Granada para hacer regidor a Jesús Moratalla, "son gestos que tienen mucho valor y en el futuro se tendrán en consideración". Aunque negó que se haya sellado un acuerdo autonómico con los andalucistas para asegurarles a éstos su presencia en la Junta tras las elecciones del 2000 -como han denunciado varios dirigentes del Partido Popular-, Luis Pizarro insistió en que la ayuda decisiva del PA "estará encima de la mesa" en las citas electorales venideras. El acuerdo global de PSOE e Izquierda Unida, tras el fuerte retroceso de las federación en los comicios europeos y municipales, se ha observado con inquietud desde el PA. En los dos últimos años este partido ha apostado fuerte para consolidarse como llave entre las dos formaciones mayoritarias y asegurar su presencia en los gobierno que puedan conformarse en Andalucía. La caída de IU y su reconciliación con el PSOE ha cambiado la correlación de fuerzas. Hace meses que en la cúpula andalucista existía cierta alarma. "¿Qué pasaría si conseguimos subir en el Parlamento andaluz hasta ocho diputados y el PSOE obtiene la mayoría absoluta, o decide pactar con IU?", se preguntaba entonces un alto dirigente del PA. La respuesta ya no está tan lejos. Las relaciones entre PSOE e IU pueden ir a mejor y el apoyo andalucista sería innecesario. Fuentes de PA y PSOE afirman que ésta ha sido unas de las claves que ha pesado más en las recientes inclinaciones municipales del PA: salvo en casos de poca envergadura, se ha situado con su aliado autonómico. De hecho, el principal actor en el pacto de Sevilla, aseguran las mismas fuentes, ha sido el secretario general del PSOE y presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien en el último año ha entablado unas buenas y directas relaciones con Rojas-Marcos. En varias ocasiones el diálogo entre ambos ha limado las asperezas de los cuadros intermedios y cerrado las minicrisis surgidas en el gabinete y los aparatos. El otro riesgo que asalta seriamente a los andalucistas es el temido abrazo del oso del PSOE, o lo que es lo mismo, que el electorado perciba el Gobierno autonómico como de un único color y el PA se diluya en la mayoría socialista sin que se le distinga. En este afán diferenciador se enmarca toda una estrategia, encarnada en el secretario general y consejero de Relaciones con el Parlamento, Antonio Ortega, para convertirse en árbitro entre la Junta y el Gobierno y tender una mano al PP, a través de una serie de secuencias gestuales que provocaron el enojo de sus socios de Ejecutivo. En cuanto al acuerdo de apoyo mutuo de PSOE e IU, Luis Pizarro informó que se ha cumplido en su mayoría, aunque en Sevilla y Almería, donde los coordinadores provinciales de IU "no han ejercido suficiente presión", se han producido casos "relevantes" de indisciplina que se intentarán arreglar. El dirigente socialista opinó que el balance de los pactos y la capacidad de los dos partidos para remontar el largo desencuentro de sus militantes en todos estos últimos años erá determinante a la hora de pensar establecer futuros acuerdos.