Zaplana crea una gestora en Elche para desactivar el poder de Manuel Ortuño

Disolver el actual comité ejecutivo de Elche, crear una gestora para renovar la dirección del partido, imponer la distribución de competencias en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante y sentenciar una fuerte renovación en la Diputación, son decisiones que ayer impuso Eduardo Zaplana en el seno de la ejecutiva provincial del PP de Alicante, que presidió para poner orden en el partido.

El líder de los populares valencianos se inclinó ayer por una decisión salomónica para acabar con la crisis desatada en el seno del PP de Elche. El enfrentamietno abierto que mantienen desde hace años dos sectores del partido, uno encabezado por el presidente local Manuel Ortuño, y otro por el dimisionario Manuel Serrano, ha forzado la decisión de sentenciar a ambos, hacer borrón y cuenta nueva e intentar recomponer la organización para presentarse en mejores condiciones a los comicios del 2003. Desaparecido Serrano del escenario político, tras haber dimitido el jueves de forma voluntaria del cargo de concejal y portavoz del grupo municipal, la ejecutiva provincial del PP recomendó ayer la creación de una gestora para desactivar el poder del presidente Ortuño. El comité regional será el órgano en el que, este mismo mes, se decida la disolución de la ejecutiva ilicitana, que ya ha consumido su mandato, para favorecer la creación de la gestora, la convocatoria de una asamblea de militantes y la renovación de cargos orgánicos. Idéntico proceso se impondrá en Xàbia y otras localidades en las que la militancia no ha sido reunida desde hace años. La estrategia para Elche consiste en "partir de cero" en la tercera ciudad de la Comunidad en número de habitantes, en la que el PP ha descendido en apoyo electoral como consecuencia de las discrepancias internas que han anulado toda operatividad. Con 12 concejales en la oposición -uno de los elegidos, Santiago Mira, que fue el número seis de la lista, ha dimitido-, que presumiblemente dirigirá Fernando Vargas, una labor seria de oposición y una buena dosis de autocrítica, el PP se plantea su reconstrucción en Elche alejado de los manejos de Ortuño, cuya reacción puede ser imprevisible. Tras realizar un análisis optimista de los resultados electorales recogidos el 13 de junio, la dirección provincial del PP alicantino decidió avanzar en el proceso de renovación de órganos internos e instituciones públicas. Así, no menos del 50% de los diputados provinciales actuales dejarán el cargo, aunque se mantengan como concejales en sus circunscripciones, para dejar paso a caras nuevas, como la alcaldesa de Sax, María de los Frutos Barceló, o Juan Roselló por la comarca de la Marina Alta. "Vamos a demostrar que en época de esplendor también sabemos tomar decisiones de renovación para mantener el partido vivo", señaló un representante de la dirección provincial del PP. Reparto en Alicante Zaplana aprovechó su visita a Alicante para decidir, junto con el alcalde electo Luis Díaz Alperi, el reparto de competencias en el gobierno del Ayuntamiento de Alicante que se constituirá hoy. La distribución definitiva de las áreas de trabajo depara sorpresas, como el titular del departamento de Urbanismo, que será, contra todo pronóstico, el sexagenario José Luis Pamblanco. María Teresa Revenga, hasta ahora delegada del Consell en Alicante, será concejal de Hacienda, mientras Pedro Romero continuará como portavoz del grupo y responsable de Cultura. Pablo Suárez, hombre de la absoluta confianza de Alperi, se encargará del departamento de Obras y Servicios, mientras a la joven Sonia Castedo se le encomienda la labor de dirigir los destinos turísticos del municipio. Los independientes Juan Zaragoza y Andrés Llorens, que fueron sopresa en la lista, llevarán Mercados y Fiestas, respectivamente.