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Los guerristas sólo contemplan "organizarse en corriente o irse a casa" si la dirección les margina

Anabel Díez

Los guerristas ahondan cada día un poco más en la necesidad de constituirse en corriente dentro del partido al sentir que la mayoría no les toma en consideración. No obstante, no se ha tomado aún esa resolución ya que en las filas de ese sector hay voces que no la creen conveniente. Si en el proceso actual de decisión sobre el candidato a la presidencia del Gobierno no son consultados, es muy probable que acaben dando ese paso. "Si nos marginan, o nos vamos o nos organizamos", reconoce el secretario general adjunto del Grupo Parlamentario Socialista, Francisco Fernández Marugán.

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"Creo que todos deberíamos tener un poco de calma y reflexionar sobre lo que es mejor para el partido y llegar a un gran pacto, si ponemos flexibilidad y generosidad, aunque entiendo que, si prevalece la idea de que no hace falta el consenso, algunos compañeros quieran organizarse para intentar ser mayoría en el próximo congreso", dijo Txiki Benegas "en nombre propio". Desde que el pasado domingo el ex presidente del Gobierno Felipe González dijera en el Comité Federal que en su partido no había habido demasiados consensos "ni puta falta que hacen", las aguas del guerrismo se han movido con cierto frenesí. La pauta que marcó el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en ese Comité Federal en respuesta a González, sigue vigente. Rodríguez Ibarra señaló que si a determinados dirigentes del partido se les marginaba, no tendrían más remedio que irse a casa u organizarse en corriente. Eso mismo expuso anteayer ante el secretario general, Joaquín Almunia, y por esa senda transitan quienes desde hace tres años, tras el Congreso Federal en el que el guerrismo perdió su poder, abogan por constituirse en corriente encabezada por Rodríguez Ibarra.

La advertencia de la creación de la corriente va de momento acompañada por buenos deseos en general para la organización y se anuncia ese posible paso con cierto fatalismo y sin entusiasmo, como se aprecia en las declaraciones a este periódico de Fernández Marugán, afín al guerrismo. "Queremos contribuir a que este proyecto político tenga el mayor éxito social y político, queremos trabajar por ese objetivo pero si no tenemos posibilidades de trabajar, si se nos margina e incluso se nos hiere, pues bien: o nos vamos o nos organizamos".

Diferentes conclusiones

Desde que José Borrell presentó su dimisión, los guerristas han tenido reuniones informales. Tampoco hay aún una decisión firme ya que no todos los guerristas convergen en las mismas conclusiones aunque partan del mismo diagnóstico, cual es el de que se sienten marginados. Para algunos la idea de la corriente debe ser más madurada y siempre con vistas al próximo congreso federal; para otros a la vuelta del verano podría ser el tiempo adecuado y también los hay reticentes a tomar esa decisión, que se planteó tiempo atrás en la Federación Socialista Madrileña y quedó desechada. Aunque la decisión pueda surgir al calor del debate sobre el candidato a La Moncloa, si finalmente la llevan a la práctica su apuesta será por objetivos políticos, organizativos y programáticos. En todo caso los guerristas consultados repiten que su vocación es de "mayoría". En la línea de conciliación apuntada por Benegas se mostró ayer el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros. En la reunión con Almunia dentro de la ronda para conocer la opinión sobre el candidato a la Presidencia, Redondo se mostró favorable a Almunia pero le pidió que consulte con personas relevantes del partido "y de la izquierda", y que aplique una política de "mano tendida" de cara al próximo congreso en el que debe haber una "renovación interna pero desde el consenso". Almunia, que ayer cenó en Bruselas con Javier Solana, se reunirá la semana próxima con el secretario general de las Juventudes Socialistas, José Manuel Caballero, y con los representantes de Izquierda Socialista.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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