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Aprender es una aventura

PEDAGOGÍAESPERANZA PELÁEZ, Málaga La noche del 26 de noviembre de 1989, una gota fría descargó sobre Málaga. El agua lo arrasó todo, incluida una parte del edificio del Colegio Público Jorge Guillén, que está construido en el cauce de un arroyo normalmente seco. Aquella noche, los alumnos que hoy estudian 5º de Primaria en el Jorge Guillén eran aún muy pequeñitos. Acababan de nacer. Hoy tienen ya 10 años, y de la mano de su maestro, Diego Rodríguez, de 50, han llegado a comprender perfectamente las causas que llevaron a que ocurriese todo aquello. En realidad, el suceso de las inundaciones fue el punto de partida para una experiencia educativa titulada ¿Dónde está el bosque?, que le ha valido a Rodríguez el primer premio del Concurso de Experiencias Escolares que convoca cada año la editorial Santillana, para España y para América Latina. La experiencia consistía simplemente en dotar de un hilo argumental todos los conocimientos que los alumnos debían asimilar a lo largo del curso en la asignatura de Ciencias Naturales. "Es que era la primera vez que enseñaba Ciencias Naturales", explica Rodríguez, "y quería buscar una motivación fuerte para los alumnos". Así que un buen día de principios de curso sacó a los alumnos del colegio y se los llevó a dar un paseo por las inmediaciones. "Los chicos sabían que el colegio estaba situado en el lecho de un río, pero no tenían conocimiento de que si en la parte alta hubiera existido la cubierta vegetal necesaria, el agua no hubiera bajado con tanta fuerza, porque los árboles habrían podido retenerla". Un olivar natural A partir de ahí, los chavales comenzaron a investigar las especies arbóreas del entorno del colegio; el bosque que nunca debió desaparecer. Descubrieron y clasificaron 17 especies distintas. Entre ellas la que predominaba era el olivo, lo que les llevó a deducir que el bosque natural allí hubiera sido el olivar. "Al llegar al olivo, nos detuvimos en él, y lo estudiamos desde el punto de vista histórico, como fuente de salud. Y aprovechamos el Día de Andalucía para celebrar en el colegio el día del olivo", narra Rodríguez . Esta no fue la única experiencia. También recopilaron otras especies, hicieron experimentos de aislamiento de la clorofila, aprendieron que esta sustancia desempeña un papel vital para las plantas, y estudiaron también cuáles son los mecanismos de reproducción en el reino vegetal. "Al final, nos unimos a un proyecto de repoblación forestal que llevaba el profesor de Educación Física del colegio en colaboración con la consejería de Medio Ambiente. Organizamos una experiencia que se llamó Mi árbol y yo, y los chicos plantaron cerca de 200 árboles". Pero la editorial Santillana, a la hora de concederle el galardón, no sólo valoró la originalidad del proyecto, sino "la excelente fundamentación pedagógica, el trabajo en equipo, la posibilidad de aplicación del modelo a cualquier entorno y la interacción de la escuela con agentes educativos externos". Aparte del premio, Santillana se ha comprometido a editar el trabajo y a ponerlo a disposición de todos los educadores que se muestren interesados en él, de forma gratuita. Alumnos de integración El Colegio Jorge Guillén es pionero en integración de alumnos con discapacidades, y parte de los que realizaron el trabajo eran alumnos con necesidades educativas especiales. "No tuvieron ningún problema", explica Rodríguez, y añade: "La integración es uno de los valores clave de la LOGSE, y yo comparto totalmente su espíritu pedagógico. Otra cosa, en la que no entro, es en si se está llevando bien a la práctica o no, pero si la LOGSE llegase a fracasar sería porque no se aplicasen sus principios pedagógicos", concluye.

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