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BALONCESTO - CAMPEONATO DE EUROPA

Abdul-Wahad, Islam y NBA

Robert Álvarez

Tarik Abdul-Wahad. Hasta que se convirtió al islamismo, Olivier Saint-Jean. Si Rigaudeau es el gran jefe de la selección francesa, Abdul-Wahad es el primer francés que ha conseguido jugar en la NBA. Su regreso para jugar con la selección ha constituido una inyección de optimismo y un toque de calidad para un grupo que necesita como agua de mayo otro toque de prestigio. Frenarlo en la mayor medida posible será hoy uno de los principales objetivos de la defensa española. Abdul-Wahad, que puede jugar en Europa con este nombre después de haber solicitado permiso a la Federación Internacional (FIBA), es un alero de 24 años y 1,98 metros que ya fue campeón de Europa júnior con Francia en 1992 y que después de jugar en las universidades de Michigan y San José State, fue fichado por el Sacramento Kings de la NBA.

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Es el jugador más espectacular del equipo francés. Es muy rápido, posee una gran capacidad de salto y habilidad para efectuar entradas a canasta y, a poco que puede, acabar las jugadas con poderosos mates. Es una ángel caido del cielo para los realizadores de televisión que se recrean una y mil veces con sus saltos, sus mates, sus carreras. En este Europeo es el cuarto mejor anotador, con 18,7 puntos por partido, y uno de los que más balones ha conseguido robar.

Nacido en la región de Val-de-Marne, aunque sus padres son originarios de la Guayana, es un islamista convencido que considera este Europeo una buena ocasión para predicar, porque puede tener un impacto político y social sobre el baloncesto francés. Según explicó en L"Equipe Magazine, su objetivo es éste: "Que un joven de la ciudad se diga `Tariq Abdul-Wahad está en la NBA, gana dinero y, a pesar de ello, reza, su mujer lleva el velo y hace lo máximo por ayudar a la gente". Tiene una enorme personalidad, y a veces pronuncia sentencias que dejan perpleja a la gente, de este tipo: "Daría mi contrato con Nike si con ello lograra que un chico de la ciudad se pusiera a rezar".

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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