España desafía a la epopeya francesa
Los dos equipos se juegan hoy en Pau buena parte de sus aspiraciones de pasar a cuartos
"El desafío azul", "Motivos para la esperanza", "Rigaudeau la estrella, Abdul Wahad la figura". Un par de semanas de incienso, de comparaciones incluso con la epopeya vivida hace un año por el equipo francés que ganó el Mundial de fútbol y una primera fase satisfactoria, aunque inevitablemente matizada por la derrota ante Yugoslavia, han puesto a la selección francesa de baloncesto ante el primer escalón de alta dificultad en un Campeonato de Europa de baloncesto que considera su Everest. España, que comparece con el mismo bagaje -dos victorias y una derrota-, va a jugarse hoy (16.15, La2) en Pau otra vez parte de sus posibilidades ante el anfitrión del torneo. Es una asignatura pendiente la del equipo español, que casi siempre se ha dado de bruces contra la selección que juega en casa: Alemania en 1993 y Grecia en 1995 y en 1998. Pero esta vez, a diferencia de entonces, no se trata del cruce de cuartos de final sino de un partido que todos consideran vital para estar entre los ocho mejores, a pesar de que a España todavía le quedará jugar mañana contra Yugoslavia y pasado contra Israel. Pero las cuentas se complicarían de forma extraordinaria si hoy se dejase de sumar.
Los franceses, siempre dados a glorificar su potencial, no dejan de comprobar que desde hace 40 años no son capaces de subir al podio y que no han logrado ni siquiera la clasificación para los Juegos Olímpicos desde 1984. Albergan la esperanza, primero, de mantener el mínimo ofrecido por los países organizadores de los Europeos que, desde 1979, siempre han estado entre los cinco primeros, y después de haber formado por fin una selección realmente de élite.
Para ello argumentan la madurez adquirida por el jugador sobre la que gira el juego del conjunto, el base-escolta Rigaudeau, la aportación del primer francés que juega en la NBA, Abdul-Wahad (Sacramento Kings), y la de jugadores que son ya requeridos incluso por equipos punteros en la Liga española como el base Foirest (Tau) o el alero Digbeu (Barcelona), además del gigante Weis y del experimentado Bilba en la posición de pívots.
"Ganar sería dar un paso definitivo para ir a París", subraya Lolo Sainz. El seleccionador español pidió disculpas ayer a la prensa por haber efectuado a puerta cerrada el entrenamiento. "No es mi estilo pero teníamos que preparar algunas innovaciones en cuanto a la actitud defensiva y a los movimientos de ataque".
Uno de sus ayudantes, Javier Imbroda, técnico del Caja San Fernando, ofreció algunas pinceladas sobre el estilo de los franceses. "Es un equipo muy físico, con buenos tiradores, aunque algo irregulares, y que va mucho al rebote de ataque, en ocasiones, hasta con tres o cuatro jugadores", explicó el entrenador del equipo sevillano. Y Sainz ofreció la receta: "Vamos a necesitar explotar al máximo un factor muy propio de nuestro juego que es correr. Si conseguimos reforzar nuestro rebote defensivo, esta forma de jugar nos puede dar resultado".
No está especialmente obsesionado el equipo español con el espectacular Abdul Wahad, aunque sí tratará de reducir los daños de su aportación ofensiva y la de Rigaudeau, ni tampoco predispuesto en principio a recurrir a una defensa en zona porque los espacios, según Sainz, podrían favorecer el gran potencial físico de los franceses.
El bastión del equipo español vuelve a ser Alberto Herreros, que encabeza la clasificación de máximos anotadores. Ayer, sorprendentemente, Sainz comentó que no se preparan sistemas especiales para beneficiar a Herreros. El capitán del equipo español achacó su excelente momento de forma a que se encuentra "muy a gusto, con mucha motivación" por lo que se juega la selección y a la confianza que tienen en él sus compañeros, "que tal vez me buscan más de lo habitual".
"Un equipo ganador"
Roger Esteller, quien admitió que para él jugar y entrenarse es una liberación porque le permite abstraerse de las negociaciones que mantiene para renovar por el Barça (el club le ofrece dos años y él desea que sean al menos tres), es contundente respecto a la trascendencia del partido ante Francia: "Siempre estamos igual cuando se llega a estos momentos. Somos un equipo ganador y con calidad, y no me importan los rivales". España ganó por 91-81 a Francia en un amistoso disputado hace tres semanas, y entonces, en Torrelavega, faltaron varios jugadores como Herreros y Dueñas. Los dos últimos partidos de competición oficial se disputaron hace ya cuatro años en el Europeo de Atenas: Francia ganó el primero por 75-86 y España le devolvió la moneda, ya en los cruces, con un 75-74.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.