La asignatura pendiente

La hierba de Wimbledon sigue siendo una asignatura pendiente para el tenis español. El All England Club de Londres abrirá hoy sus puertas a la élite del tenis mundial. 16 españoles estarán en la cita, pero ninguno de ellos entra en el grupo de aspirantes reales al título. La corona londinense está reservada a los cañoneros, los grandes sacadores y buenos voleadores. Es el caso del estadounidense Pete Sampras, que llega al torneo tras haber recuperado el liderato mundial, y que aspira a ganar su 12º título del Grand Slam. Una victoria del estadounidense elevaría aún más su rango en la historia de este deporte: le igualaría con Roy Emerson en el número de victorias individuales en los cuatro grandes torneos, y le permitiría superar la marca de Ivan Lendl que permaneció 270 semanas al frente de la clasificación mundial. "Todo eso es cierto", comenta Sampras, "pero a mí lo único que me preocupa es ganar. Que hable la raqueta. Me halaga que la gente crea que debo ganarlo todo, pero también me gustaría que se entendiera lo difícil que es todo lo que he logrado".

Sampras lleva cinco títulos de Wimbledon y este año parte como principal favorito para ganar el sexto. Su victoria sobre Henman en la final del torneo del club Queen"s avala su candidatura. Sin embargo, el torneo del All England es más largo y se disputa a cinco mangas. Ahí hacen falta siete victorias, bajo la presión propia del torneo, la tensión que suele crear la lluvia especialmente a lo largo de la primera semana -suspensión de partidos y largas esperas en la sala de jugadores, problemas con el transporte-, y con las dificultades que impiden a algunos jugadores mantener una mentalidad positiva a lo largo de toda la competición.

Perder es más fácil que en otras pistas, porque todo va mucho más rápido y la capacidad de reacción es menor. Es el paraíso para hombres como Goran Ivanisevic, que concluyó el torneo de 1992 habiendo conectado 206 aces, Patrick Rafter, Richard Krajicek, Tim Henman, Greg Rusedski o Mark Philippoussis. Pero también los buenos restadores como Andre Agassi (campeón en 1992), Gustavo Kuerten, Marcelo Ríos, o el mismo Carles Moyà.

Hingis y Graf

En el torneo femenino, todo el mundo espera que se repita la final de Roland Garros. Allí Steffi Graf acabó adjudicándose el título tras un duelo psicológico y muy pasional contra la suiza Martina Hingis, número uno del mundo. Sin embargo, en Wimbledon las cosas serán más difíciles para la alemana, designada segunda cabeza de serie a pesar de ser tercera en el ranking mundial. Graf puede encontrarse con Venus Williams en cuartos de final y con Seles en las semifinales. Hingis jugaría su semifinal ante Davenport, Novotna, Arantxa o Conchita. Las dos españolas se encuentran en la tercera ronda. En la historia del torneo sólo hay dos campeones españoles: Manuel Santana (1966) y Conchita Martínez (1994). Lili Álvarez (1926, 1927 y 1928) y Arantxa (1995 y 1996) son las únicas finalistas. La actual armada ha fracasado en todos sus intentos en la hierba londinense. Acude a la cita, pero no suele realizar una buena preparación. Moyà, el que más se ha prodigado en hierba, llega a Londres tras haber disputado las semifinales del torneo de Halle.

La demostración más palpable de las dificultades que encuentran los españoles en Wimbledon es que desde el triunfo de Santana, sólo Andreu Gimeno (1970) y Manuel Orantes (1972) han llegado a las semifinales. Y desde aquella fecha, ningún español ha superado los octavos de final. Ahí murieron las aspiraciones del propio Orantes (1974), de Emilio Sánchez (1987), de Sergi Bruguera (1994) y de Pato Clavet (1998).