Bomberos con historia
Entre la bomba de doble efecto, que en 1862 adquirió el Ayuntamiento de Alcoy para la recién constituida Brigada de Bomberos, y los modernos autotanques del parque intercomarcal La Montaña con capacidad para más de 10.000 litros de agua, han transcurrido más de 100 años de vida. Un veterano del cuerpo, Francisco García Aznar, a punto de cumplir 84 años, los ha recopilado en el libro Historia de los bomberos alcoyanos. Siglos XIX y XX, en el que entre abundante documentación técnica repasa las diferentes etapas del cuerpo pionero en la provincia de Alicante y uno de los primeros en organizarse en el Estado. "La historia del parque de Alcoy no puede desligarse de la historia industrial de la ciudad", señala el autor, durante 20 años oficial jefe del Parque Municipal del Servicio de Extinción de Incendios. Los que trabajaron a su servicio lo siguen recordando como Paco el bombero que, según define el cabo Salvador Luque, "nació y morirá bombero, es un hombre que lo lleva en la sangre". Muchos lo recuerdan como la persona clave en la profesionalización de los bomberos a partir de 1957 o la integración provincial del Cuerpo de Bomberos de Alcoy y su posterior transformación en comarcal. Después de pasar por dos sedes, hoy este parque -en el que prestan servicio cerca de 80 hombres- ha aumentado su flota a 18 vehículos. Ubicado en su actual emplazamiento junto a la carretera Nacional 340, el parque también conserva algunas reliquias de los primeros servicios, como un coche Chevrolet de 1927 que estuvo en funcionamiento hasta 1980 o una bomba de extinción a vapor de 1820. La experiencia del autor que ilustra el texto, editado por la Diputación de Alicante, recoge sus años de formación en Barcelona, Estados Unidos, Francia, Alemania, Lisboa y Luxemburgo. De los años en que ejerció como jefe del parque destaca su participación en el fuego de la Refinería de Petroleo de Escombreras (Murcia) en 1969, que le mantuvo a él y a otros bomberos llegados de diferentes parques de España durante ocho días a pie de incendio. Destaca también cómo su paso por el parque de Barcelona le fue de gran ayuda en la extinción de grandes incendios de industrias locales como el de la Factoría de Papel de Alquería de Aznar en 1972, propiedad de Papeleras Reunidas, o el virulento fuego de la fábrica textil de Terol Hermanos de Alcoy. En sus años de servicio, Francisco García también ha participado en salvamentos durante grandes catástrofes como la inundación de Valencia en 1957 o la explosión de una fábrica de juguetes en Ibi en 1968. Desde que los bomberos iniciaron su actividad en Alcoy en 1860, su posterior adhesión a la compañía de seguros Unión Alcoyana con la que trabajaron durante 69 años, hasta su constitución en consorcio en 1987, la actividad del cuerpo ha cambiado con el ritmo de los tiempos y el crecimiento económico de la ciudad. Entrado el siglo XX, las salidas de los bomberos servían para apagar fuegos en pequeñas industrias textiles y llegados los años ochenta, los grandes incendios tuvieron como escenario los montes.
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