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ELECCIONES 13-J Europeas

Los socialistas recogen los votos de IU y se colocan a cuatro puntos de distancia del PP

Luis R. Aizpeolea

El PP ganó al PSOE en las elecciones al Parlamento Europeo, pero su ventaja se redujo drásticamente respecto a las anteriores, celebradas hace cinco años. Con casi el 100% de los votos escrutados, los diez puntos que obtuvo el PP en las elecciones europeas de junio de 1994 quedaban recortados a poco más de cuatro por el PSOE en la liza que han mantenido las listas encabezadas por Loyola de Palacio y Rosa Díez, respectivamente. Este importante avance del PSOE coincide con una caída espectacular de Izquierda Unida (IU) que pierde la mitad de sus votos y ocho puntos de los trece que logró en 1994.

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Los socialistas lograron ayer una considerable remontada de votos respecto a los resultados de los comicios europeos de hace cinco años. El PSOE ha pasado del 30,79% al 35,29% de los votos y ha aumentado en más de millón y medio los votantes. Con ello, ha logrado 24 de los 64 escaños en el Parlamento Europeo frente a los 22 de 1994 . El PP perdió algunas posiciones, medio punto, al bajar del 40,21% al 39,67%, y ha crecido en más de 700.000 votos por el aumento de la participación electoral en más de cinco puntos: del 59,14% al 64,35%. Ha perdido un diputado al pasar de 28 a 27.

La gran derrotada de la jornada de ayer fue IU, que no sólo pierde la mitad de sus nueve escaños de 1994 -se queda en cuatro- sino que, además, cae espectacularmente al bajar del 13,46% al 5,78% y perder la mitad de los dos millones y medio que logró en 1994. El descalabro de IU es más grave aún si se tiene en cuenta que la participación ha crecido en más de un 5%.

Los nacionalistas moderados catalanes y vascos mantienen los escaños, pero pierden posiciones relativas respecto a 1994. Convergencia i Unió (CiU) sostiene sus tres escaños, pero pierde un 0,2%. El PNV -coligado con Eusko Alkartasuna (EA), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Unió Mallorquina en la Coalición Nacionalista-Europa de los Pueblos- mantiene los dos escaños que logró en 1994.

La representación española en el Parlamento Europeo va a ser más plural: de cinco a nueve grupos. Los partidos regionalistas -Coalición Canaria (CC), Partido Aragonés (Par), Partido Andalucista (PA) y Unión Valenciana (UV)-, unidos en una nueva alianza, denominada Coalición Europea, entran en el Parlamento Europeo con dos escaños.

EH logra un escaño

Los nacionalistas radicales también logran entrar en el Parlamento Europeo. Así, Euskal Herritarrok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna (HB), logra un escaño. Lo mismo sucede con el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que consigue otro. Los socialistas han conseguido reducir espectacularmente la ventaja de diez puntos que le sacó el PP en las elecciones europeas de 1994. El resultado de ayer conjura la tremenda derrota que sufrieron en 1994 -el peor resultado de su historia electoral moderna- y confirma que fue un resultado excepcional, producto de la abstención de buena parte de su electorado como castigo por los escándalos de corrupción que en aquellas fechas asolaron la política española.

Sin embargo, el PSOE no logró las cotas que alcanzó en las últimas elecciones legislativas, las celebradas el 3 de marzo de 1996, pero frustró las previsiones de su rival, el PP, que aspiraba a superar los cinco puntos de diferencia que le permitiría alimentar la esperanza de la mayoría absoluta en los comicios generales, cuya celebración está prevista antes de un año.

En las legislativas de marzo de 1996, el PSOE se colocó a sólo 1,3 puntos del PP -38,79% de los populares frente al 37,63% de los socialistas-, una cifra muy difícil de repetir en estos comicios europeos, según las estimaciones que hacía el PSOE.

Los socialistas acudían a estas elecciones con su candidato a La Moncloa, José Borrell, recién dimitido. Paralelamente, el PP atraviesa por su mejor momento, con una situación económica boyante, sin problemas internos; sin terrorismo desde hace un año y con una tregua indefinida de ETA que se alimenta con expectativas de paz, tras el reconocimiento del Gobierno de que ya ha comenzado el diálogo con la banda armada, precisamente en la recta final de la campaña.

Esta situación política y económica favorable al Gobierno la expresaba la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), del pasado mes de abril, que situaba al PP 5,1 puntos por encima del PSOE si las elecciones generales se celebrasen en estos momentos. En esas condiciones, el recorte del PSOE de seis puntos al PP respecto a las elecciones europeas de 1994 y su avance general en todo el territorio nacional, reafirmado en los comicios municipales y autonómicos, es un relativo éxito para el PSOE y una relativa decepción para el PP.

La relativa mejoría del PSOE en sus resultados europeos les sitúa en buenas expectativas para las elecciones generales que se celebrarán el próximo año. Los temores socialistas de una mayoría absoluta del PP, que apuntaban las encuestas del CIS de enero y abril, quedan contenidos en las urnas, a la par que anuncia un repunte territorial.

Todo ello obedece a que el PSOE ha movilizado a una parte de su electorado que se abstuvo en 1994. La participación de ayer fue superior en más de un 5% que la de 1994.

Los socialistas han hecho una campaña muy activa. Ya no cargaban, como en todos los comicios desde las europeas de 1994, con el fardo de los escándalos, e incluso han traspasado ese problema a sus rivales del PP, atizando el escándalo de las subvenciones europeas al cultivo del lino, que ha dejado descolocada durante la campaña electoral a su cabeza de lista, la ex ministra de Agricultura, Loyola de Palacio.

Activo para el PSOE

En contraste, el rostro que les ha representado durante la campaña, su cabeza de lista en las elecciones europeas, Rosa Díez, ha ofrecido frescura y una imagen de futuro. El resultado electoral de ayer deja a Díez muy bien situada como un activo importante del PSOE. Algunos militantes socialistas se animarán a colocar a Díez en la lista de los posibles candidatos a encabezar la lista de las elecciones generales. La estrepitosa derrota de IU contrasta aún más en esta ocasión porque fue en las elecciones generales de 1994 cuando obtuvo el mejor resultado de su historia política, el 13,46%. La coalición que preside Julio Anguita ha sido víctima de la polarización del voto entre el PP y el PSOE, pero también de sus errores y contradicciones ante los problemas más candentes: la intervención de la OTAN en Yugoslavia y la situación de Euskadi, tras la tregua de ETA.

También cabe destacar el auge del nacionalismo radical. Herri Batasuna vuelve al Parlamento Europeo, donde tuvo representación en los comicios de 1989, que perdió en 1994. También entra el BNG por vez primera.

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