_
_
_
_

"Mi condición política la defenderé en el Congreso; la personal, en los juzgados"

Javier Casqueiro

, Loyola de Palacio ha llegado al final de la campaña sin someterse a la dura prueba de una caravana nacional. El escándalo del lino, los debates televisivos, el resfriado a causa de los aires acondicionados y, desde luego, la comodidad de saberse bien protegida en el avión presidencial, junto a José María Aznar, le han mantenido diariamente al margen de la primera línea de combate, ese lugar privilegiado que en el PP ostenta Aznar y quiere Javier Arenas. Así, De Palacio se ha contentado con sintetizar un balance regionalizado de sus tres años como ministra de Agricultura.Pregunta. Hay quien ha calificado el nivel político de esta campaña como una "vergüenza" y otros, como Javier Arenas, como "inexistente". A usted, al margen de lo que pretendiera el PSOE con sus ataques por el lino, tampoco se le conoce una reflexión sugerente.

Lugar y fecha de nacimiento Madrid

16 de septiembre de 1960Profesión Abogada Cargo Ministra de Agricultura (Mayo 1996-Abril 1999) Partido político PP

Respuesta. Me preocupa esa afirmación en alguien que ha seguido casi todas mis intervenciones. Yo sí he hablado de Europa en el sentido de que el PP trae un aval y unas propuestas. El aval es la acción de sus europarlamentarios durante cinco años, con sus iniciativas e informes. Y por otro lado está el trabajo del Gobierno de España para la construcción de una Europa más integrada. La síntesis es que la mejor manera de construir Europa es desde la defensa de los intereses de España.

P. ¿Y una gran idea de futuro para la nueva Unión Europea?

R. Es que Europa es un proceso, no puede hacerse en un laboratorio o en unos despachos. La teoría del Big Bang que tienen algunos, la de pegar de la noche a la mañana un salto tremendo y poco menos que imponer sobre la mesa una estructura parecida a un Estado más que a una realidad peculiar, me parece desafortunada y descartable porque generaría unas tensiones brutales que podrían descarrilar un proceso que, si se ve con perspectiva, es la crónica de un éxito.

P. Tras observar su campaña, parece claro que el caso del lino le ha afectado y que con la presencia destacada de Aznar y Arenas ha quedado oscurecida.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

R. Es que estamos en una campaña múltiple, no sólo europea. ¿Vamos a hacer un mitin para las municipales sólo, uno para las autonómicas sólo y uno para las europeas sólo? Una campaña múltiple genera una situación un poco peculiar, distinta a otras europeas, diferenciadas y únicas, y entonces lo que hay que hacer es saber adaptarse.

P. ¿Su estrategia de ignorar a su rival del PSOE, Rosa Díez, tiene como objetivo no regalarle un protagonismo que aún no tiene o se debe a que no la puede identificar con el pasado como a Felipe González y Joaquín Almunia?

R. La señora Díez, a lo largo de la campaña, me ha ido decepcionando cada vez más. Yo esperaba unas mayores calidades y cualidades. A mí no me gusta entrar en descalificaciones personales de la gente. No lo he hecho jamás. ¿Y sobre la señora Díez qué iba a hacer? ¿Contestar a las tonterías que ha dicho de mí? Yo no entro en ese tipo de campañas, y se me ocurrían muchísimos chistes y bromas. Está claro que el PP y el PSOE no tienen la misma manera de hacer campaña, como hemos visto con el hecho absolutamente escandaloso de que el antiguo presidente del Gobierno haya calificado de mierda al actual: es la guinda del pastel que han ido cociendo los socialistas a lo largo de estas elecciones y las anteriores.

P. ¿A usted le parece que el currículo político del socialista Pedro Solbes es tan digno y limpio como el suyo para ser comisario europeo?

R. Siempre he dicho que Solbes es el único ministro serio y capaz que ha tenido el Gobierno socialista. Por tanto, naturalmente que sí. Lo que pasa es que de Solbes sí sé que es candidato y lo que no está nada claro es que Aznar piense en mí para comisaria; lo he leído en muchos periódicos, pero a mí no me lo ha dicho, y no sería la primera vez que Aznar desmiente algo con hechos.

P. En su última etapa de ministra, ¿llegó a intuir que tenía todas las papeletas para ser la candidata europea antes de que Aznar se lo comunicase?

R. La verdad es que en un momento dado, después del congreso del PP de enero, sí lo pensé, pero luego creí que habían cambiado de idea.

P. ¿Se compromete a no regresar a la política nacional dentro de diez meses, tras las próximas elecciones?

R. Mi horizonte sólo está, por ahora, en el Parlamento Europeo, porque sobre lo demás nadie me ha dicho nada.

P. Si fuese comisaria, ¿cómo compatibilizaría la neutralidad de ese puesto con la defensa a ultranza de los intereses de España? En caso de conflicto, ¿por quién se decantaría?

R. Es absurdo plantear esa incompatibilidad. Es una estupidez en la que se empecinan los socialistas porque durante mucho tiempo no supieron defender los intereses de España. Ante un conflicto, habría que buscar la síntesis de las posiciones con la dialéctica.

P. Hablando del pasado, que ustedes identifican con el PSOE y con el que se mofan de que un ministro tuviese miedo a coger el avión, ¿de verdad no han encontrado ninguna herencia aprovechable que les sirviera para llegar al euro en 17 meses? ¿Todo hay que achacarlo al milagro Aznar?

R. Acabo de hacer un elogio de Solbes. Y un matiz: yo no es que me mofe de que a Carlos Romero le diera miedo el avión. Lo que me parece trágico es que no tuviera el sentido del deber suficiente para subirse a él a pesar de todo y asistir, como era su obligación, a los consejos de ministros.

P. Ahora que usted sufre este acoso con el lino, ¿reniega o se arrepiente de su pasado como uno de los portavoces que más atizó al PSOE desde la oposición?

R. Yo, desde luego, tengo muy claro que desde la oposición hice una labor responsable. A veces sí que tuve que vivir cosas durísimas como portavoz adjunto con responsabilidades en el grupo parlamentario: cuando saltaron casos tan desagradables como el del GAL, los fondos reservados, Roldán, las escuchas ilegales... Y lo tuve que hacer, pero lo hice siempre desde la responsabilidad. Y ahí están todas mis declaraciones en las hemerotecas.

P. Si los ex altos cargos de su ministerio dimitidos y destituidos por el caso del lino no son cazaprimas, ¿qué es lo que son, según las advertencias que le trasladaron a usted desde la UE? ¿Llegará el PP a demostrar que la culpa de que a esos cargos que compatibilizaron su función pública con la agricultura y las subvenciones europeas, a tiempo parcial, se les incendiasen sus cosechas es de José Bono?

R. En este asunto sólo voy a decir tres cosas clarísimas: yo he pedido una comisión de investigación en el Congreso para que se aclare porque soy la primera interesada; las competencias en la gestión, el control, la concesión y el pago de las ayudas al lino y todas las agrícolas corresponden a las comunidades autónomas, y me parece lamentable y de una irresponsabilidad tremebunda que un montaje de arriba abajo organizado por Bono y el PSOE, y rebotado desde algunos medios, haya tenido unos efectos perversos que han puesto en cuestión las ayudas al lino y a todo el sector agrario, que a mí me parecen absolutamente necesarias. Además, el lino ha hurtado el debate europeo de esta campaña y a algunos les ha servido como coartada y tapadera de la inexistencia de su programa.

P. Entonces, ¿esos señores, para usted, no son cazaprimas? R. No voy a entrar en más cuestiones sobre este asunto.

P. ¿No implica alguna responsabilidad el hecho de haber asumido que, si hubiera sabido su situación, no los habría nombrado?

R. Yo no he dicho eso. Además, no voy a seguir hablando de esta cuestión.

P. Pero es que hay más preguntas sobre ese caso. R. No voy a decir nada más de lo que he dicho.

P. ¿Su promesa de discutir sobre nuevas incompatibilidades para los familiares de altos cargos se va a desvanecer tras el 13-J como un farol electoral?

R. No hice una promesa. Dije que, si eso se planteaba, se podrían encontrar aspectos positivos en reflexionar sobre las compatibilidades tanto en la Administración central como en las autonómicas y distinguiendo las distintas situaciones. En España, si se lleva eso a cualquier familiar, ningún agricultor podría ser alto cargo porque todos los cultivos están subvencionados.

P. ¿Dónde pone los límites entre la ética y la estética?

R. En que yo, en mi actuación personal, voy mucho más allá de la ética porque incluso me importa la estética.

P. Hay diferencias entre cómo han afrontado usted y el portavoz del Gobierno y ministro de Industria, Josep Piqué, los escándalos en los que se han visto implicados. Usted apostó por la comisión de investigación y por acudir a los juzgados a defender su honor con una demanda sin acto de reconcilición.

R. Lo que pasa es que yo tengo una diferencia respecto a Piqué, Y es que, claramente, soy una parlamentaria desde hace muchísimos años. Mi reacción natural es ir a defenderme por mi condición política en el Congreso y a nivel personal en los juzgados. Y lo haré a partir del día 14 porque vi que también había quien hacía publicidad con ello.

P. Si el PSOE eligiese al final a una mujer como candidata para La Moncloa, ¿le parecería una posturita electoral como calificó Aznar a Rosa Díez?

R. La posturita electoral no es elegir o no a una mujer para un puesto político, que es algo que me parece bien, sino las que algunas ponen en los dominicales a todo color y también en los periódicos diarios.

P. ¿Entre los aspirantes del PP a suceder a Aznar en el año 2004 podría estar una mujer?

R. Aunque es una cuestión que todavía no tiene sentido plantear, sí podría estar una mujer perfectamente.

P. ¿Dónde tiene fijadas usted sus máximas ambiciones?

R. He sido portavoz en el Congreso, diputada por Segovia, ministra de Agricultura. Y ahora mi única ambición es servir a España en el proyecto en el que creo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_