El Barça notifica a Giovanni que no seguirá
"Ahora ya sé lo que el club piensa. Quiero mantener la tranquilidad y dejar todo en manos de Dios. Él sabe mi futuro". Fiel a su vena mística, cada vez más acentuada, Giovanni, el centrocampista brasileño del Barça, acogió ayer sereno la noticia de que no le quieren. Prácticamente, sólo faltaba él. El presidente Núñez y el técnico Louis Van Gaal cerraron ayer con el jugador -falta sólo Amunike, que se recupera en Nigeria de su grave lesión- la ronda de entrevistas con los nueve futbolistas descartados para el próximo curso. Todos los afectados tienen contrato -Giovanni, Celades, Roger, Oscar, Nadal, Ciric y Amunike- salvo Busquets, que quedará libre y Pellegrino, que agota la cesión. Óscar y Roger esperan que la junta facilite su marcha al Valencia y al Mónaco, respectivamente. "¿El Vasco de Gama? A mí no me ha llegado nada", dijo ayer al mediodía Giovanni, tras abandonar el despacho profesional de Núñez, el hombre que le fichó en 1996, tras el despido de Cruyff, viendo nueve videos suyos. Silencio sobre el Vasco de Gama y sobre las otras ofertas del Benfica y del Galatasaray. El brasileño, con dos años más de contrato y una cláusula de rescisión de 3.000 millones de pesetas, tiene las cosas muy claras. Sólo se irá del Barça si algún equipo le garantiza los 180 millones de pesetas anuales que percibe por temporada actualmente. No es el único futbolista descartado en esa situación. El Lyon estaba dispuesto a desembolsar 2.800 millones de pesetas por Anderson, pero su interés se ha congelado al conocer la alta ficha que percibe el delantero - 300 millones de pesetas al año-.
Dudas
Salvo los casos de Busquets y Pellegrino, las salidas de los otros siete futbolistas se presentan cargadas de dudas. Y el vestuario ya ha avisado que no quiere que se repita la historia. Van Gaal quiso prescindir hace un año de 9 jugadores y sólo pudo traspasar a seis. No vaciló en castigar a los tres que hicieron valer su contrato: Buquets se quedó sin dorsal; Baía fue cedido al Oporto y Oscar estuvo tiempo apartado del equipo. Ayer, Figo se sumó a Abelardo y Guardiola y pidió comprensión: "Espero que la gente salga de la mejor forma y que su futuro sea tan brillante como lo ha sido aquí". La directiva no parece estar por la labor. Óscar ha alcanzado un acuerdo con el Valencia, que le ofrece 150 millones de pesetas por año. Pero el Barça exige al club de Mestalla que pague íntegramente los 1.200 millones de pesetas de la cláusula del delantero, cuando al Celta le pide solo 800, según el pacto sellado por Núñez y Horacio Gómez, el presidente del club gallego. Roger sufre un problema paralelo: ha apalabrado su futuro con el Mónaco, pero sólo le garantiza la ficha que desea, fuera ya de impuestos, si el Barça reduce los 750 millones de pesetas de cláusula.
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