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Zaplana cierra la campaña con el anuncio de que "lo mejor está por venir"

Para despedirse de la campaña electoral, el candidato del PP a la Generalitat, Eduardo Zaplana, eligió el tono mesiánico. "Lo mejor está por venir", aseveró en los sucesivos mítines que ayer celebró en Alzira, Alicante y su pueblo, Benidorm, plaza especialmente significativa para los populares donde, a las cero horas de hoy acabó la fiesta previa a la jornada de reflexión. Educación, Sanidad, sus puntos más débiles, centraron los ejes del discurso.

Eduardo Zaplana dedicó el último esfuerzo de su campaña electoral a Alicante, en un intento de contrarrestar el desembarco de primeras figuras del PSOE, con Joaquín Almunia y Rosa Díez a la cabeza, que también eligieron esta ciudad para pedir por última vez el voto. La primera cita del día fue en Alzira, donde el PP reunió en un almuerzo a más de 300 militantes de La Ribera en un almuerzo que el candidato aprovechó para elogiar su política sanitaria, especialmente contestada por haber elegido esta comarca para la puesta en marcha del primer hospital de España de titularidad pública con gestión privada. "Hasta Tony Blair dice que ante los nuevos retos hacen falta nuevas soluciones", señaló Zaplana para comparar su gestión con la del primer ministro británico, haciendo un guiño a las nuevas corrientes progresistas europeas. "Cuando llegamos al poder en 1995 me preocupaba que esta comarca no tuviera servicios sanitarios adecuados, y después de 12 años de mandato socialista sin gestión ahora teneis hospital, gracias a una fórmula que garantiza la calidad asistencial y el servicio público, y no os quepa la menor duda de que el día que esto falle se acabará la concesión". Obligada también era una referencia a la pantanada de Tous. "Parece que se olvidan [los socialistas], que aquel desastre ocurrió en 1982, pero fue el PP quien en 1995 se reunió y habló con los afectados y acordó una solución en el pago de indemnizaciones, que después han quedado desequilibradas por una sentencia judicial", reseñó el candidato. "Hoy ratifico mi compromiso de hacer todo lo que esté en mi mano para corregir ese agravio entre los que aceptaron cobrar y los que prefirieron esperar la sentencia, porque son esos afectados los que tienen derecho a exigirnos soluciones, y no quienes los han tenido abandonados trece años sin recibirlos". "A esos", añadió, "no les permito que me critiquen". Examen de reválida Entrado en campaña, Zaplana comparó el proceso electoral con un examen de reválida. "Me siento como un alumno que se examina y no sabrá el resultado de la prueba, pero que acude al tribunal con la conciencia tranquila y con los deberes hechos", dijo. Para el candidato del PP a presidir la Generalitat hasta el año 2003, "es difícil pedir más en el plazo de tres años y once meses escasos". Avanzar en la mejora de los servicios públicos y en la creación de empleo volvieron a marcar la segunda mitad de su discurso. "La riqueza consiste en la mejora de servicios y en realizar obras públicas, y no en visitar las cuentas de Suiza o Andorra", apuntó Zaplana incidiendo en un mensaje recordatorio de corruptelas socialistas que sólo ha utilizado en las dos últimas jornadas de campaña. De Alzira, la caravana electoral se desplazó hasta Alicante, para dar un empujón a su candidato local a la alcaldía, Luis Díaz Alperi, que afronta la jornada electoral del domingo en la más absoluta de las incertidumbres. Allí, cuantos oradores intervinieron en el mitin insistieron en la carencia de liderazgo entre los adversarios. "Sólo un partido cohesionado y unido como el nuestro puede velar por los intereses generales", apuntaron. Conscientes de la existencia de miles de padres, docentes y alumnos molestos por las carencias que padece la escuela pública, Zaplana insistió en un mensaje que no se ha cansado de repetir durante los 14 días de campaña: "En el plazo de dos años y medio cumpliremos íntegramente con la Logse", un compromiso que implicará la construcción o remodelación de 342 centros por toda la geografía valenciana. La coyuntura económica favorable, a la que Zaplana no quiere conceder todo el éxito de su mandato ("algo habremos colaborado desde la Generalitat", ha apuntado en repetidas ocasiones), fue destacada antes, en Valencia, por el secretario de Estado de Economía. Cristóbal Montoro aseguró que la economía valenciana es "de las más pujantes de España", por su dinamismo exportador y la reducción del desempleo, que se sitúa por encima de la media nacional. Zaplana prometió, además, la eliminación del Impuesto de Actividades Económicas, IAE, que considera injusto por gravar el trabajo y no el beneficio. No desaprovechó Zaplana la ocasión para repasar la situación que heredó en 1995. "Me encontré con un billón de pesetas en compromisos plurianuales, facturas sanitarias no controladas, un déficit presupuestario elevado y ninguna previsión de futuro". Las críticas a la gestión económica socialista no incluyeron la deuda pública, que éstos aseguran se ha elevado en estos cuatro años hasta superar los 800.000 millones de pesetas. Además de mitinear y contactar con la militancia, Zaplana tuvo tiempo de vestirse el uniforme de presidente y asistir por la tarde a la colocación de la primera piedra de la autopista Alicante-Cartagena, informa Pilar Girona. Las obras, sin embargo, no comenzarán hasta julio, con una inversión de 39.727 millones de pesetas. El nuevo vial rápido entrará en servicio a finales del año 2001, según anunció el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, que presidió el acto junto con Zaplana y el presidente murciano, Ramón Valcárcel.

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