Madrid no sale del túnel

, Madrid no sale del túnel. En ocho años, el gobierno municipal del PP ha inaugurado siete subterráneos en la ciudad. Y los que quedan. Si gana las elecciones, José María Álvarez del Manzano ha prometido otros siete pasos inferiores. El PP ha convertido el Ayuntamiento en el topo que no cesa de horadar la ciudad para aliviar el tráfico, cada vez más intenso (25.000 coches se matriculan cada mes en la ciudad, donde duermen todas las noches 1,5 millones de vehículos). El alcalde ha logrado inaugurar en este tiempo algunas fuentes de dudoso gusto y ha dejado que los ciudadanos sufrieran las deficiencias de algunos servicios municipales (notificación de multas a cargo de una empresa privada que trabajó saltándose todas las normas, falsificación de firmas por parte de agentes municipales, adjudicación de contratos de publicidad a dedo al amigo de un concejal). Otros servicios, como las ambulancias del Samur, funcionaron con eficacia. En el último cuatrienio, el Gobierno de Álvarez del Manzano aprobó un proyecto de Palacio de Hielo para que los privados lo construyesen en un barrio de las afueras. Pero está empantanado y no se ha puesto ni un ladrillo. Y pensó en abrir un polideportivo en espacios acuartelados y abandonados que le cedió el Ministerio de Defensa. Pero no han pasado de la idea porque ningún privado ha querido financiarlo. Y anunció su interés por presentar candidatura a la celebración de unos juegos olímpicos. Pero se ha retirado de esa apuesta para no molestar a Sevilla. Y se puso a hacer otro invernadero, al que llamó estufa fría, en el parque de diseño más moderno y de nombre más monárquico (Juan Carlos I). Pero el proyecto sigue en obras. Y hasta uno de los concejales del PP más ocurrentes se inventó un plan para hacer un museo como el Guggenheim en el lugar que ocupa el estadio Santiago Bernabéu. Pero era una broma. Y se gastó, junto a la Comunidad de Madrid (también gobernada por el PP), 4.500 millones de pesetas hace dos años para comprar una esquina de la Ciudad Deportiva del Real Madrid para abrir un gran pabellón polideportivo. Pero no hay, de momento, ni una peseta para esa instalación. Y propuso instalar parquímetros para poner firmes a los que abusan de la doble fila. Pero todavía no ha puesto ni un aparato. Eso sí, el gobierno municipal ganó miles de millones en el último ejercicio porque gastó menos de lo presupuestado y dejó sin hacer inversiones que había prometido. Los impuestos no subieron y Madrid, con Álvarez del Manzano, mantuvo una carga fiscal muy ligera. Los madrileños (casi tres millones), a juzgar por las encuestas, siguen confiando en el PP para gestionar los servicios y las obras de la ciudad. Y el PP entiende que la confianza que le manifiestan los vecinos significa que su política de hincarle el diente al subsuelo es acertada. Por eso piensa en otros siete túneles si ganan. También espera el PP acabar con el grave problema de la falta de viviendas baratas en Madrid: en el último ejercicio, el 89% de los 15.184 pisos en venta costaba, de media, 26 millones y eran de precio libre. Como el PP ha recalificado todo el suelo libre de la capital para hacer, mayoritariamente, pisos, cuando el Plan General se ejecute en los nuevos barrios se acabarán las necesidades. Así evitará Madrid las pérdidas de población sufridas en el último decenio. El censo de 1998 le ha dado una alegría al PP. Desde que gobierna Álvarez del Manzano (1991), la ciudad ha perdido más de 129.000 habitantes. En los dos últimos años se detuvo la sangría: Madrid ganó 14.656 habitantes. Todos contentos. Mientras tanto, la izquierda municipal (IU y PSOE) ha cambiado de cara, ha retirado a sus portavoces veteranos y ha fichado a Fernando Morán (PSOE) e Inés Sabanés (IU) para intentar salir del túnel que tantos éxitos ha dado al PP en los últimos ocho años. La izquierda no acaba de ver la luz.