Aznar dice que González "no puede soportar" el éxito del Gobierno del PP

José María Aznar no respondió ayer de forma directa a los ataques de Felipe González -quien había dicho la víspera que el líder del PP y el de IU, Julio Anguita, eran la "misma mierda"-, pero su discurso de Sevilla estuvo plagado de claras referencias en las que, sin citarlo, replicó a su antecesor en La Moncloa, y también al PSOE. Fue una respuesta a todas las críticas que González ha realizado al PP en esta campaña. Para Aznar, lo que le pasa a González es que "no puede soportar" el éxito de su Gobierno. Javier Arenas, secretario general del PP, llegó a decir que "nunca se ha descalificado así en 20 años de democracia".

, El líder del PP aprovechó su mitin en la capital andaluza, tierra natal del González, para glosar sin ningún tipo de recato los logros de su Ejecutivo y explicar con ello los ataques que Felipe González le ha dirigido durante la campaña. Según Aznar, el ex número uno socialista "no puede soportar" el éxito del Gobierno del PP. Para empezar, González no resiste que un andaluz como el secretario general de los populares, Javier Arenas, le diera "lecciones de diálogo social y del mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones" cuando ejerció de ministro de Trabajo. En la plaza de España de Sevilla, con una presencia escasa de público, Aznar atribuyó los ataques de Felipe González en esta campaña electoral al "resentimiento" por los éxitos del Gobierno del Partido Popular. "Los que nunca se equivocan decían que no es posible que mi Gobierno bajara los impuestos, hiciera crecer la economía, aumentara el empleo y mantuviera las pensiones. Todo eso a la vez. Pues fue posible. Y eso no lo pueden soportar algunos". Aznar insistió que ha sucedido lo mismo con el cumplimiento por parte de su Gobierno de las condiciones para ingresar en el euro. "Los que nunca se equivocan nos dijeron que no cumpliríamos las cinco condiciones para que España entrara en el euro. Ellos, de cinco condiciones no cumplieron ninguna y nosotros, al cabo de 17 meses, cumplimos las cinco de las cinco". El jefe del Ejecutivo, muy crecido a lo largo del mitin sevillano, no paró de atacar al PSOE, pero lo hizo con distanciamiento.No ahorró en autobombo. Sus éxitos económicos no tienen el antecedente de una gestión anterior que preparó el terreno ni tampoco una oleada internacional favorable. Todo se lo atribuyó a la gestión de su Gobierno. Pero tuvo cuidado de evitar el ataque directo. Exhibió públicamente su conversación en la misma tarde de ayer con el presidente norteamericano, Bill Clinton que, según Aznar, agradeció la contribución de España para impedir la limpieza étnica en Kosovo, y conseguir la victoria contra los genocidas. También se mostró muy seguro de sí mismo para afirmar, sin recato, que hace unos meses envió una misiva a los jefes del Gobierno británico, Tony Blair, y alemán, Gerhard Schröder, instándoles a mantener una política económica más liberal, de reducción de impuestos, de reformas estructurales en materia económica y social, como únicas garantías de creación de empleo. Aznar manifestó ayer que tanto Blair como Schröder han hecho de ese programa institucional un programa político de partido. Y remató: "Los socialistas de aquí no se dan cuenta por dónde van las cosas. Se han quedado si programa europeo, porque Blair y Schröder van por otro lado, y lo que propone el PSOE es cero patatero". Aznar cambió su tono altanero por otro más comedido al referirse al País Vasco. Anunció un cambio de táctica por parte de los terroristas y sus apoyos políticos. En este sentido, vaticinó una próxima ofensiva de Euskal Herritarok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna, que responde a un plan de desobediencia civil e institucional. "Lo que antes era terrorismo, y luego violencia callejera, quiere convertirse en desobediencia civil. Tienen un programa de desafío institucional", anunció.

Desobediencia civil

El presidente del Gobierno aseguró que iba a impedir dicha ofensiva "desde el Estado de derecho". "No habrá desobediencia civil ni los intentos de quebrantar la legalidad y la convivencia en el País Vasco se cumplirán". Aznar recordó el asesinato a manos de ETA en Sevilla, hace poco más de un año, del concejal de la localidad Alberto Jiménez Becerril y su esposa, Ascensión. "Aquí falta gente que ha perdido su vida. No nos pueden pedir que olvidemos nuestra memoria", dijo en medio de un silencio sobrecogedor. Pidió, a continuación, comprensión a los sevillanos por el proceso de diálogo que el Gobierno ha iniciado con la banda terrorista. "Necesitamos vuestro apoyo moral, el apoyo de todos los que supieron salir a la calle hace un año a plantar cara. Tenemos que eliminar los rescoldos de 30 años de terrorismo". El presidente se comprometió a no ceder políticamente ante los terroristas de ETA. Aseguró que iba a garantizar que en el País Vasco se cumpliera la voluntad de la mayoría de los ciudadanos, y que nadie, en referencia al nacionalismo radical, podrá imponer sus planteamientos contrarios al estatuto de Guernica, punto de encuentro de los vascos. "La política no se hace desde la imposición, sino desde la pluralidad y la convivencia".