"PSC e IC disimulan que Barcelona se está privatizando"

El diputado autonómico Jordi Portabella (Barcelona, 1961) se juega el domingo buena parte de su futuro político, que bascula entre una tenencia de alcaldía y el abandono de la primera línea pública y el retorno a su profesión de consultor ambiental. Esquerra Republicana (ERC) depende del éxito de este biólogo para volver al Ayuntamiento después de la traumática escisión que supuso la salida del partido de Pilar Rahola y Àngel Colom Pregunta. ERC está adoptando en la campaña una actitud crítica con el gobierno municipal. ¿Considera que en su gestión hay más oscuros que claros? Respuesta. No. La ciudad ha progresado mucho en los últimos años y todos estamos orgullosos de ello. Pero es un error no hacer ninguna autocrítica ni introducir aspectos que afectan a la vida cotidiana que pueden mejorar mucho. Hemos visto con sorpresa el intento de polarizar el debate en torno a dos bloques: uno que dice que Barcelona va mal y otro que reacciona sin hacer ninguna crítica. P. En 1995, ERC entró justísimo, con el 5,1% de los votos. Pero ha sufrido una escisión que, en cierta medida, resta. Con sus críticas hacia el equipo de gobierno difícilmente atraerá votos de Iniciativa o el PSC y tampoco puede atraer a demasiados convergentes porque ya ha dicho que desea pactar con Joan Clos. ¿Con qué cuenta para superar el listón del 5%? R. Hay 80.000 votantes nuevos, jóvenes, y hemos hecho una coalición con Els Verds, que suman. Además, estamos haciendo mella tanto en CiU como en IC y el PSC. Hay muchos electores de estos partidos que saben que hay responsabilidades de gobierno en el déficit de guarderías públicas y de viviendas sociales. Esta vez nos votará la izquierda catalanista que tradicionalmente no ha visto a ERC como un partido consolidado en la izquierda. P. ¿A pesar de la estrategia genérica de equidistancia? R. Nunca he dicho que estoy equidistante entre las dos fuerzas mayores, sino que somos una izquierda distinta con un componente de catalanidad más fuerte que las otras izquierdas y con una percepción de lo que pasa en la ciudad que nos hace ser críticos. Es evidente que la ciudad se está privatizando y el PSC e IC lo disimulan: sólo son públicas 12 de cada 100 plazas para personas mayores y 30 de cada 100 plazas de guardería. Queremos que las clases populares tengan la vida más fácil. P. Ha dicho que no puede pactar con Joaquim Molins porque lleva del brazo al PP. ¿Puede ir más allá y decir que no quiere pactar con Molins simplemente porque prefiere a Clos? R. Me defino como barcelonés, ecologista, de izquierda e independentista. Con esto está todo dicho. Defiendo una política de izquierdas y de catalanidad distinta de la que ha hecho la generación formada en la transición, pero no por ello dejo de ser de izquierdas. P. ¿Cómo se concreta esto a la hora de firmar un eventual pacto de gobierno? R. Haremos un acuerdo global porque queremos contribuir en el diseño de la ciudad y no intervenir sólo en el área que tengamos asignada como si fuera una seta. Con toda probabilidad, tendremos una tenencia de alcaldía. Pero me frustra ver que otros partidos de izquierda obvian el problema principal: una mala financiación, que surge básicamente del Gobierno central y que está remachada por la Generalitat, nos lleva a que la ciudad se esté privatizando. P. ¿Pero qué puede hacer el Ayuntamiento si no tiene competencias para decidir el diseño de la financiación del Estado? R. La mayoría de las competencias del Ayuntamiento son compartidas con otras administraciones: sanidad, comercio, enseñanza, bienestar social, urbanismo, transporte público... Por tanto, si se dice que ha habido buena gestión en algunos ámbitos, también debe poder exigirse la mejora de otros. P. ¿Considera que el Ayuntamiento tiene una parte importante de responsabilidad en la falta de entendimiento entre las administraciones? R. Una parte importante, no. Una tercera parte, sí. P. ¿La Generalitat no tiene más responsabilidad? R. Depende de los temas. Hay algunos en que la responsabilidad principal es de la Generalitat, como en bienestar social. Pero hay ejemplos también en que se podía ir más allá, como en la construcción de viviendas. Se han hecho 450 viviendas para jóvenes en cuatro años. El balance es insuficiente y no me sirve decir que no hay inversiones de la Generalitat. P. Una de sus prioridades es el medio ambiente. ¿Cómo ve los avances hacia la sostenibilidad en el último mandato, en que ha funcionado una concejalía específica? R. La política de la sostenibilidad requiere un cambio cultural y una transversalidad que no se ha visto en el Ayuntamiento. Tener un concejal de Ciudad Sostenible al margen de lo que es la política de vivienda, energética, de transporte público y de urbanismo no tiene sentido.