Gritos de fans en el coso taurino

Jóvenes y muy jóvenes fans, algunos acompañados por sus padres, acudieron la noche del sábado a la plaza de toros de Valencia para participar en el maratón musical organizado por Los 40 Principales, un macroconcierto de casi cuatro horas en el que salieron al escenario 16 intérpretes y algunos otros se presentaron a través de las pantallas de vídeo gigantes que flanqueaban las tablas. A cada cual le correspondió un par de canciones, excepto Sergio Dalma, que con un solo tema captó una de las mayores ovaciones, y los británicos Ultra, que cerraron la velada con tres canciones. Fuerte resultó también la acogida al valenciano Juan Luis Giménez y, sobre todo, al Chaval de la Peca que, con sus singulares versiones, se lleva el gato al agua allá donde va. A los Backstreet Boys y a Ricky Martin les bastó un saludo a distancia para provocar una sonora algarabía entre la danzarina multitud, gracias a las dos potentes pantallas de vídeo en que se alternaban clips, anuncios e imágenes, tanto del escenario como del público en plan non stop music. Cerca de 10.000 fans, según la organización, pusieron color a Bienvenido el verano 99, un concierto que revisó en pocas horas una parte del pop español en boga. Para facilitar las cosas, un tren especial saltó desde Gandia con el fin de que espectadores de comarcas próximas a Valencia se sumaran a la fiesta y pudieran disfrutar también del folk electrónico de Hevia, el soul de Buen Color, la exitosa propuesta de los valencianos Siete Leguas, el flamenco pop de La Barbería de Sur o el pop con pinceladas jazzísticas de la chilena Rachel, junto a Cómplices, Donato y Stéfano, Azul, Los Cucas, Lydia, Edu y Joshua. Cada cual según preferencia que quedaba patente al corear las canciones favoritas, que en muchos casos eran voceadas con mayor energía por los fans que por los propios autores. Muchos de estos jóvenes llevaban en la mano las camisetas y gorras repartidas desde el escenario por el incansable Tony Aguilar, una de las voces punteras de Los 40 que, cómo no, contaba con sus propios y explícitos fans.