_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

A votar

El próximo domingo 13 los andaluces hemos de decidir sobre nuestros representantes políticos en dos de los cuatro niveles de gobierno existentes. Como europeos, y dentro de la circunscripción única de España, participamos en la elección de los parlamentarios europeos, y en cada uno de nuestros pueblos y ciudades elegimos a los concejales y de su mano a los alcaldes, los diputados provinciales y su presidencia. Los dos niveles de participación política que ahora se renuevan son los extremos de la representación. En uno reside, cada día más, el control político de las instituciones más lejanas a los ciudadanos, las de la Unión Europea. El Parlamento Europeo es la única institución europea elegida directamente por los ciudadanos, y los sucesivos tratados de la Unión van dándole cada vez más prerrogativas para cubrir el déficit democrático del resto de instituciones europeas. En sus manos va a estar el control de los Fondos Estructurales y de Cohesión y de las subvenciones agrícolas, dos elementos de suma relevancia para el presente y el futuro del desarrollo de Andalucía. En el otro extremo el poder local, los ayuntamientos, las administraciones más cercanas al ciudadano. Las que han de garantizar la limpieza, mantenimiento y seguridad de nuestras calles, las que controlan el tráfico, las que suministran el agua y el alumbrado público y nos recogen las basuras, las que gestionan el transporte público. En definitiva, las que hacen nuestra vida más vivible. Entre ambas representaciones políticas apenas se afecta un cuarto del gasto público. Sin embargo, unas en la cercanía y otra en la distancia, reflejan la voluntad popular, contribuyen a nuestro bienestar, nos dan sentido de pueblo, son ejemplo de que la democracia es la esencia de la convivencia y definen unos valores que ya, por fortuna, forman parte del patrimonio de la Europa y España en paz. Puede que no nos gusten los candidatos o que estemos cansados de corruptelas e ineficiencias, pero no hay mejor forma de hacer valer nuestra voluntad que dedicar unos minutos a meter un sobre en una urna. Así que el próximo día 13, a votar.LUIS ÁNGEL HIERRO

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_