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España sub 21 se pasea ante Holanda y se aferra al liderato

España se clasificó. O casi. Lidera su grupo con una autoridad insultante, tanta que nadie discute su presencia en la siguiente fase de la Eurocopa. Oficialmente aún le restan tres puntos [en tres partidos, dos de ellos en casa y uno ante Chipre] para coserse al bolsillo la primera plaza, pero ciertamente se ha quedado sin rivales. El más peligroso era precisamente Holanda, al que ya había ganado a domicilio y al que ayer aplicó un correctivo de los gordos. Tras el 4-1, los holandeses, a los que tan sólo le quedan dos partidos por jugar, están tres puntos por debajo de los españoles y con el balance particular en contra.Ayer, la superioridad española fue tal que ni el gol por sorpresa de Bruggink (m.25) hizo soñar a los holandeses con una victoria. Ya antes del tanto, España había reflejado sobre el campo su gobierno, había metido en serios aprietos a Zegers -José Mari y Tamudo, juntos en la punta, tuvieron un arranque espectacular, pletórico-, pero sin acierto sobre la red.

ESPAÑA 4 - HOLANDA 1

España: Felip; Velasco, César, Sergio, Capdevila; Farinós, Xavi (Gerard, m.69), Ismael, Angulo; Tamudo (Albelda, m.74) y José Mari (Luque, m.65).Holanda: Zegers; Mensah (Houttuin, m.83), Van Bommel, Hofland, De Cler; Bouma, De Jong, Nieuwenburg, Cairo (Sikora, m.74); Vennegoor y Bruggink. Goles: 0-1. M. 25. Bruggink. 1-1. M.41. César. 2-1. M.43. César. 3-1. M.48. Tamudo. 4-1. M.60. Tamudo. Árbitro: Henning (Noruega). Amarilla a José Mari, Bruggink y Hofland. 7.300 espectadores en Los Pajaritos (Soria). Fase de clasificación de la Eurocopa sub 21, grupo VI.

España acusó pasajeramente el 0-1. Xavi dejó de organizar el juego. Eran los defensas, con pelotazos largos desde atrás, los que intentaban resolver el percance. La equivocación duró poco. Enseguida España entendió que en realidad nada había pasado, recuperó la pelota, la movió con el buen criterio de los primeros compases y aguardó a que los goles llegaran, a que contaran de una vez la verdad de lo que estaba sucediendo. Lo logró al filo del descanso, con una autoría inesperada: el central César, que marcó dos goles de antología. Primero, con una volea durísima y luego, con una cabezazo en plancha fabuloso.

La segunda parte trajo más de lo mismo. Más dominio español, más superioridad, más resignación holandesa. El nombre de este periodo fue Tamudo, que anotó otros dos tantos. Menos espectaculares en la definición, pero tal vez mejor elaborados.

Con el 4-1 llegó la relajación. España esperó al final sin complicarse la vida. Sin atacar, pero sin concesiones al rival, que sólo al final logró arañar un tiro al palo.

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