El regreso de Guerrero

Después de un largo periodo de turbulencias, Julen Guerrero acaba de encontrar una satisfacción. Ha vuelto al equipo nacional y su concurso como títular es más que probable. Para el jugador del Athletic supone su reingreso entre los mejores jugadores españoles y su 33º partido con la selección. Entre los convocados por Camacho es el tercero en el número de encuentros disputados con España, por detrás de Hierro y de Luis Enrique, que hoy igualará la marca de Francisco Gento.Guerrero debutó con la selección frente a México, en enero de 1994. Acababa de cumplir 19 años y estaba a punto de convertirse en un fenómeno social. Acudió al Mundial de EEUU, jugó dos partidos y salió del torneo con un sentimiento contradictorio. Feliz por su temprano debú, pero preocupado por su relación con Clemente, que casi siempre contó con el mediapunta del Athletic pero nunca terminó de confiar en él. En algún caso, pareció que la elección de Guerrero por parte del anterior seleccionador era estrictamente política. Le hacía jugar en los partidos sencillos y le dejaba como espectador en el banco en los encuentros decisivos. La tendencia se agudizó en los últimos tiempos. Contra pronóstico, Clemente convocó a Guerrero para el Mundial de Francia. El jugador venía de pasar un calvario con las lesiones y con Luis Fernández, su entrenador en el Athletic. En Francia, Julen sólo actuó en los minutos de la basura frente a Bulgaria, el encuentro de despedida de la selección en la Copa del Mundo. Fue el único partido que ganó España. Pero eso no le resulta extraño a Guerrero. Jamás ha perdido con la selección española.

Jugador sensible, un tanto afectadizo a las críticas, Guerrero pasaba por la selección como si fuera una asignatura complicadísima de aprobar. No se sentía apreciado en el plano futbolístico por Clemente. Y tampoco por Luis Fernández. El entrenador del Athletic le ha mantenido como suplente durante varias jornadas en el actual campeonato. En el estilo fragoroso de su equipo, Julen Guerrero ha dado la impresión de ser una víctima. Pero en las últimas jornadas se ha reencontrado con el gol, que es lo que le distingue, y ha sido convocado por Camacho. Una convocatoria que le hace feliz por su retorno a la elite y por el incremento en la estima propia que eso supone.