De cárcel a plató
El antiguo centro penitenciario de Carabanchel (Madrid) abre sus celdas para el rodaje de una película
Los gritos que exigen silencio en la cárcel de Carabanchel ya no los profieren los funcionarios de prisiones. Los dan los miembros del equipo técnico del rodaje de Año mariano, la película que dirigen y protagonizan Fernando Guillén Cuervo y Karra Elejalde. Es éste el primer filme que se rueda en las celdas de este centro penitenciario desde que se evacuó a todos sus internos, en octubre. Han pasado siete meses desde entonces, pero permanece en el ambiente la huella de su antigua función. No porque huela mal o esté sucia. Es que en las celdas quedan decenas de condones, botes de pasta de dientes, fotos y hojas pinchadas en las puertas.Esto ha impresionado a algunos de los miembros del equipo de esta película, en la que participa una buena parte del grupo de Air Bag, como Karlos Arguiñano, que en su faceta de actor se confiese "muy impresionado" en su primera visita a una cárcel. "Impresiona muchísimo. Sobre todo la cantidad de condones que he visto por las celdas. Nunca había estado en una cárcel y me he dado un paseo completo. He visto la zona de ejecución con el garrote vil y los vis a vis. Me ha preocupado lo pequeñas que eran las camas", comentó el famoso cocinero, que también aclaró que no preparará ninguna comida para el rodaje. "Me parece que en los rodajes ya se come muy bien", dijo Arguiñano que, en esta ocasión da vida a un pastor cuyas ovejas producen una leche con la que alucina todo el mundo.
Decía Guillén Cuervo, pocos minutos antes de que comenzara el rodaje de una escena para la que se había montado un ambulatorio en mitad de la séptima galería, que casi no ha hecho falta retocar la celda en la que se ha rodado otra de las escenas de esta película. "Es bastante privilegio rodar en esta cárcel tan penosamente mítica. Tiene espacios difíciles de conseguir en otro sitio. Y tiene un componente muy fuerte rodar aquí", describió el director para quien, sin embargo, no es la primera experiencia cinematográfica dentro de Carabanchel; en otra ocasión participó en una serie de televisión dirigida por Antonio Mercero que se rodó en la prisión.
Una monja, un guardia civil, un hombre en bata y una silla de ruedas paseaban ayer entre las rejas, las famosas rejas de color crema que ahora es posible abrir y cerrar simplemente tirando de ellas. Dos electricistas comentaban cómo se pasaba la comida a los presos por debajo de esas mismas rejas. Permanece también una hornacina vacía en lo alto de una pared. Elejalde paseaba ayer con un pijama azul y con signos en la cara de haber recibido un buen golpe. Y es que en la ficción acababa de sufrir un accidente. Así comienza esta película, a la que tanto Elejalde como Guillén dedican calificativos como "disparate esperpéntico" o "gamberrada". Año mariano, en la que trabajan como guionistas los dos directores junto a José Antonio Ortega, es claramente una comedia.
Desde que se vació la cárcel de Carabanchel, sus galerías han servido para acoger una exposición, un concierto de música y algún rodaje. En estos momentos se sigue trabajando en su desmantelamiento. Camiones y camiones participan en la tarea.
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