La paradoja de Vox: sube en las encuestas, pero no consigue detener las rebeliones internas
Vox está en su mejor momento. Las encuestas sitúan al partido ultra de Santiago Abascal en máximos históricos, con una intención de voto del 15%, cinco puntos más que hace seis meses.
Abascal aprovecha el momento para acercarse a Trump. Está convencido de que la ola populista que le ha devuelto a la Casa Blanca llegará también a España.
- La próxima semana viajará a Washington para participar en la Convención de Acción Política Conservadora (CPAC), el gran foro de la derecha trumpista.
- Y no pierde ocasión para defender al estadounidense de los ataques (verdaderos o presuntos) de los demás políticos españoles.
Pero en casa no faltan los problemas… Se multiplican las purgas y las rebeliones internas en el partido. El goteo de bajas es constante desde que Vox salió de los gobiernos con el PP en Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura.
- La última y más importante fue la salida del hasta ahora líder del partido en Castilla y León, Juan García-Gallardo, que abandonó el partido tras negarse a firmar la expulsión de otros miembros críticos.
¿Por qué es importante? Para ser un partido joven (acaba de cumplir 10 años) Vox acumula ya un buen número de cadáveres en el armario. Los críticos dentro de la formación señalan que “a todo el que levanta la voz le cortan la cabeza”.
© Foto: Ana Beltran (Reuters)
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