"Madrid estuvo centrada en sí misma y hoy mira alrededor"

Si alguien confiesa que el éxito alcanzado no es sino ver hecho realidad el sueño alimentado durante más de una década, difícilmente uno se imaginará que quien habla está muy lejos aún de cumplir los 30 años. Es exactamente el caso de Laura Gallego García, una joven valenciana de 22 años que acaba de recibir el premio de literatura infantil y juvenil El Barco de Vapor, y que declara, sin inmutarse, que el verdadero reconocimiento, la publicación de su obra, le llega 10 años después de que empezara a soñar con esa posibilidad.Pregunta. ¿A qué edad empezó a escribir?

Respuesta. A los 11 años. Ante la perplejidad del interlocutor, esta joven escritora, sin modificar ni un ápice su mirada inquieta de unos rasgadísimos ojos castaños, se deshace en explicaciones: que empezó a inventar historias a dúo con una amiga de la infancia; que leía muchísimo desde los siete años ("me tragué El señor de los anillos con 12 años; La historia interminable, con siete, y los dos me han influido mucho"); que le encantaban, como ahora, los relatos fantásticos..., y, así, plantea como consecuencia natural de esas premisas que escribió, entre los 11 y los 13 años, una novela de 300 páginas. P. El último premio lo ha ganado con la novela Finis mundi, un relato ambientado en la Edad Media, en la época de transición del primer al segundo milenio. ¿Pensó en ese paralelismo mientras escribía la novela?

R. Estudio filología hispánica, y lo que más me interesa es la literatura medieval. Hace más de un año se me ocurrió el proyecto de montar una novela ambientada antes del año 1000, basándome en la idea de qué pasaría si las profecías del Apocalipsis hubieran estado acertadas y el mundo fuera a acabarse en ese año. Al final del libro, los paralelismos con la época actual son bastante evidentes.

P. ¿Considera que sigue siendo necesario, para alguien que quiera ser escritor, buscar la consagración en Madrid?

R. No lo sé. Hasta ahora, cualquier escritor que quería hacer algo, aunque no tuviera dinero, se venía a Madrid, y los que más podían, a París, pero ahora, aunque Madrid sigue siendo el centro cultural de España por excelencia, lo cierto es que las provincias ya no son tan provincias.

P. Pero ¿cree que Madrid sigue siendo realmente centro cultural del país?

R. He oído comentarios de gente de mi edad que se lamenta de la trascendencia que tienen los eventos que suceden en Madrid, como si no se hiciera el mismo caso a lo que sucede fuera. Esta ciudad ha acaparado mucho la atención, y eso está cambiando; Madrid ha estado muy centrada en sí misma y ahora vuelve la mirada a su alrededor.

Finis mundi. Editorial SM. Colección El Barco de Vapor, serie roja (a partir de 12 años).