Una querella acusa a Roig de recibir 250 millones por ayudar a Antena 3

El Juzgado de Instrucción número 11 de Valencia ha decidido admitir a trámite la querella presentada por nueve accionistas del Valencia contra el ex presidente Francisco Roig y contra quienes compartieron con él la dirección del club entre marzo de 1994 y diciembre de 1997. Los querellantes acusan a Roig del cobro de 250 millones de pesetas de Antena 3 aprovechándose de su cargo de presidente del Valencia; de supuestas irregularidades en los traspasos de jugadores; de un gasto desorbitado de la tarjeta Visa Oro del club; y de una falsificación de carnés de identidad para comprar acciones a través de terceras personas. Roig no quiso hacer ayer declaraciones, aunque dijo tener la conciencia tranquila.

La juez de instrucción número 11 de Valencia, María Desamparados Iruela, comunicará presumiblemente hoy la admisión de la querella, que acusa a Roig de los delitos de apropiación indebida, falsedad en documento mercantil y delitos societarios.La juez, sin embargo, trasladará a un juzgado de instrucción de Madrid la imputación según la cual Roig cobró una comisión de 250 millones de Antena 3 valiéndose de su condición de presidente del Valencia. Según los querellantes, Roig, a través de su empresa Corporación M2, firmó un contrato en Madrid con Antena 3 TV en julio de 1996. A partir de este contrato, el entonces máximo dirigente del Valencia cobró de la cadena televisiva 250 millones de pesetas a cambio de favorecer la expansión comercial de Antena 3 en la Comunidad Valenciana. El club de Mestalla vendió sus derechos de televisión a la televisión autonómica valenciana, Canal 9, el 27 de junio de 1996, si bien la cadena autonómica renegoció el 30 de julio de ese año estos derechos con Antena 3. Preguntado el pasado 10 de febrero por este supuesto contrato con Antena 3, Roig admitió haber tenido "relaciones" con la cadena privada, pero negó que tuvieran que ver con el Valencia. Roig fue uno de los abanderados de la ruptura del contrato por los derechos televisivos de los partidos de fútbol que ligaba entonces a los clubes de la Liga española con Canal + y las televisiones autonómicas. Es decir, Roig pugnó por la entrada de Antena 3 TV en la retransmisión de los partidos de fútbol.

Accionistas por toda España

Poco después, en otoño de 1996, el ex presidente Roig -junto a algunos de sus familiares y consejeros- adquirió acciones del Valencia por valor de más de 100 millones de pesetas, a pesar de que la asamblea de accionistas del club del 11 de marzo de 1996 estableció un tope de compra nueve títulos para evitar el control mayoritario de la entidad. Pues bien, en ese acopio masivo de acciones los querellantes entienden que Roig urdió una gran red de testaferros de más de 2.000 personas que, consciente o inconscientemente, prestaron su firma y datos personales para que Roig y otros consejeros acumularan acciones. De ahí la supuesta falsedad en documento mercantil.A partir de una demanda de la Fundación del Valencia contra la última ampliación de capital del club, de 800 millones de pesetas, un estudio informático de la Universidad de Valencia siguió el rastro de las 102.000 acciones de esa ampliación de capital y descubrió que brotaron accionistas del club de Mestalla por toda España (42 de A Coruña, 87 de Madrid, 11 de Gijón, 10 de Palma,...), sin que muchos de ellos supieran que sus datos personales fueron utilizados para comprar acciones del Valencia que se venderían poco después a ciertas personas. Este periódico, incluso, comprobó cómo al menos tres directores de sucursal de una entidad bancaria captaron acciones para Roig mediante sus propios nombres, los de algunos de sus empleados y los de algunos clientes.

Un juez de Primera Instancia anuló dicha ampliación de capital el 28 de enero de 1998, al considerar que faltó "a la necesaria lealtad social", pero la Audiencia de Valencia revocó la resolución el pasado 2 de marzo, por entender que, de 16 personas del consejo de administración, "sólo siete incrementaron su participación accionarial". Esta resolución está recurrida ante el Tribunal Supremo, si bien fue la Audiencia Provincial de Valencia la que invitó a que se iniciara una actuación penal al hablar en la sentencia de conductas "clandestinas" y de "confabulación" de algunos consejeros en la compra de acciones.

En septiembre de 1996, Roig presidía el Valencia y cobraba el 1% del presupuesto del club, 52 millones de pesetas, según se había aprobado en la asamblea de accionistas del 11 de noviembre de 1994. Sin embargo, los actuales querellantes entienden que aquella junta de accionistas aprobó el 1% como "gastos de representación del consejo" y no como sueldo del presidente, que es en lo que se convirtió, según uno de los querellantes. "Los gastos que tenía Roig los cargaba a una tarjeta Visa Oro que presenta facturas desorbitadas", comenta esta fuente.

La querella, no obstante, no solamente afecta a Roig, sino a quienes compartieron la dirección del club en aquel periodo. Es decir, el actual presidente, Pedro Cortés, entonces vicepresidente, al actual consejero de la entidad, Manuel Llorente, entonces gerente, y la actual secretaria de la entidad, que continúa en el mismo cargo.