"El alcalde confunde mayoría y poder absoluto"

Conoce las bazas que tiene que jugar para ganarse el voto de los ciudadanos el 13 de junio. El candidato a la alcaldía de Marbella por el PP, Diego Maldonado, es el único aspirante nacido en la localidad, lo que considera un punto a su favor porque "nadie siente el dolor en carne ajena". También cuenta con el aval de "eficacia" de su partido. A sus 52 años tiene la experiencia política de haber sido responsable de Cultura de la Diputación de Málaga y la profesional de jefe clínico de Pediatría en el Hospital Universitario de Málaga. Pregunta. ¿Cómo ve la gestión del actual gobierno municipal? Respuesta. Es la de un equipo de gobierno que desgobierna en lugar de gobernar, que utiliza la mayoría absoluta confundiéndola con el poder absoluto y que se define por la arbitrariedad y el autoritarismo por encima del diálogo y la democracia. Creo que en estos momentos los marbelleros tendríamos valorar muy seriamente si nos conviene un alcalde que en un futuro no muy lejano pueda estar inhabilitado o sometido a una condena. Lo más lógico sería que Gil se retirase, esperase a solucionar sus problemas con la justicia y luego volviera a una actividad de servicio con los demás. P. Da la impresión de que la oposición está unida y que el objetivo común es derrotar a Gil. R. Rotundamente no. No estamos ni unidos ni desunidos. Entendemos que tenemos que luchar por conseguir la alcaldía de Marbella, un derecho legítimo de todos los partidos. Desde aquí trabajamos para llevar a los marbelleros nuestro proyecto y generar la confianza necesaria para que voten al PP. No estamos en contra de ningún partido político, pero desde luego tampoco estamos apoyando a ningún otro grupo político, en absoluto. P. Pero todos hacen continuamente hincapié en la necesidad de recuperar la normalidad política en Marbella. R. En una campaña electoral aunque no haya un frente, que en este caso no lo hay, es claro que hay objetivos comunes, porque hay problemas que todos los grupos percibimos, como son el miedo y la falta de libertad. Pero eso no es lo más importante, lo importante es el debate sobre el modelo de ciudad que queremos construir. P. ¿Y cuál es el modelo que propone su partido para la ciudad de Marbella? R. Ofrecemos una ciudad de espacios abiertos frente a la ciudad de hormigón, que es a lo que conduce el actual diseño urbanístico. Queremos una ciudad con zonas verdes y de equipamiento desde donde se pueda disfrutar del mar y la montaña sin dificultad. Porque de continuar con el modelo propuesto por el GIL, de aquí a diez años terminaremos por tener una Marbella totalmente hipotecada, donde no haya sitio ni para poner un quiosco. Pero el modelo de ciudad que proponemos va más allá del modelo urbanístico. Nuestro concepto es servir a la ciudad y no servirse de ella, estar a pie de obra solucionando los problemas diarios al mismo tiempo que damos solución a los grandes problemas para convertir Marbella en un centro turístico de primer orden.

"Los marbelleros tienen que valorar si les conviene un alcalde que podría estar sometido a una condena"