Arantxa y Conchita, con opciones

Las posibilidades de Arantxa Sánchez Vicario y de Conchita Martínez en el torneo de Roland Garros crecieron ayer de forma notable. Las dos se encuentran ya clasificadas para los cuartos de final y, aunque el acceso se produjo de forma muy distinta, ambas parecen con las armas a punto para debatirse en la pista y proclamar sus opciones al triunfo. Arantxa se benefició de una carambola mágica, al poder perder de vista el sábado a la menor de las hermanas Williams, Serena, y verse ayer clasificada gracias al abandono de la estadounidense Mary Joe Fernández, verdugo de la estadounidense. Conchita entró en la ronda de las últimas ocho gracias a una gran victoria sobre la madrileña Gala León por 6-2, 6-1 en una hora y 8 minutos.El abandono de Fernández, cuya carrera ha quedado limitada en gran parte por las múltiples lesiones que ha sufrido, se conoció a media mañana, unas horas antes del inicio del partido. Mary Joe sufrió un tirón en el abductor derecho durante el partido de dobles que disputó el sábado por la tarde y no logró recuperarse. Los duelos entre Mary Joe, cuyo padre es asturiano, y Arantxa suelen ser largos y disputados. Su primer enfrentamiento se produjo hace 10 años, en estas mismas pistas parisinas, y el último, que ganó la americana, en 1997. El balance era de siete victorias de la española por cuatro de Mary Joe.

Para Arantxa, como para cualquier otra jugadora, fue una buena noticia, porque le permite llegar a la parte decisiva del torneo más descansada. En cuartos se enfrentará a la checa Jana Novotna (4ª cabeza de serie) o a la austriaca Silvia Plischke (34ª). Pero la mejor noticia para todas las jugadoras implicadas en la parte alta del cuadro femenino, donde está Arantxa, fue la eliminación de la estadounidense Venus Williams, una de las jugadoras más temidas tanto por su arrogancia como por sus potentísimos servicios y tiros de fondo. Perdió en tres mangas ante la austriaca Barbara Schwartz, 125ª mundial, por 2-6, 7-6 (7-4), 6-3, que se enfrentará mañana a Hingis.

Su derrota llegó acompañada por la de la rusa Anna Kurnikova, probablemente la jugadora más carismática del tenis femenino. Pero esta vez, su eliminación produjo un halo de satisfacción entre los aficionados más veteranos. La venció Steffi Graf (6-3, 7-6) y, a sus 29 años, todo el mundo sabe que su carrera se está acabando. La misma marca que la viste, Adidas, ha apostado claramente más por la frescura y sensualidad de Kurnikova -incluso se regalan llaveros con trocitos del vestido de la rusa- que por ella, a pesar de que deportivamente los dos palmarés no son comparables: Steffi ha ganado 21 títulos del Grand Slam y la rusa no ha pasado de unas semifinales. Graf se enfrentará a la número dos mundial, Lindsay Davenport, que eliminó a Capriati- en cuartos de final.

La ganadora de este encuentro se encontrará en las semifinales a la española Conchita Martínez, si es capaz de superar por segunda vez a Monica Seles en los cuartos de final. Conchita mostró sus peores aspectos en sus primeros encuentros del torneo, pero salvó un difícil partido ante Mary Pierce y eso pareció darle alas para afrontar un torneo en el que ya no confiaba mucho. Ayer, sin embargo, su imagen fue absolutamente distinta. Ayer, Conchita ofreció un muestreo de su mejor gama de golpes y se la vio especialmente motivada para afrontar el duelo español, ante la madrileña Gala León. La de Alcalá demostró también sus progresos, pero quedó claro que aquella no era su batalla, no está aún para luchar contra las grandes y si Conchita juega bien, lo es. "Sueño cada noche con ganar este torneo", comentó la campeona de Wimbledon. Para lograrlo tendrá antes que superar la dura prueba de Seles: la ha ganado 14 veces en 15 enfrentamientos.