Al Deportivo le faltó ambición
Djalminha logró de penalti el empate del equipo gallego ante el Racing en Santander
El empate recompensa con creces al Deportivo, un equipo que parecía que iba a comerse el mundo y terminó jugando a amarrar el resultado. Cuando puso las cartas boca arriba, durante la primera media hora, el cuadro coruñés jugó al ataque hasta con cinco delanteros. Sin embargo, su voluntad ofensiva no tenía un reflejo lógico en el marcador, sus hombres creaban numerosas ocasiones de gol, la más clara la de Djalminha que remató ingenuamente a las manos de Grodas un pase en bandeja de Hadji. Pero un jugador sobre todos los demás, el argentino Turu Flores, protagonizó las jugadas de mayor relieve técnico. El el minuto 45 un doble regate al sueco Mellberg dejó a Turu Flores solo ante Grodas, pero su disparo a puerta no fue tan sutil como el quiebro que dejó sentado a su marcador.Por su parte, el Racing adoleció en esta primera fase de una ostensible pereza ofensiva, hasta el minuto 26, no realizó el primer disparo a puerta, un lanzamiento desde lejos de Shustikov.
RACING 1
DEPORTIVO 1Racing de Santander: Grodas; Mellberg, Arzeno, Neru; Víctor (Bestchasnykh, minuto 71, Shustikov, Tais, Sietes, Amavisca; Munitis y Salva. Deportivo de A Coruña: Songo"o; Manuel Pablo, Naybet, Fchurrer, Bonnissel; Ziani (Manjarín, minuto 85), Donato, Mauro Silva, Hacji (Scaloni, minuto 85); Turu Flores y Djalminha (Armando, minuto 89). Goles: 1-0. M. 78. Munitis, a pase de Mellberg, lanza un gran disparo con la izquierda que bate por bajo al portero del Deportivo. 1-1. M. 88. Djalminha logra el empate al marcar de penalti. Árbitro: Esquinas Torres, madrileño. Enseñó cartulina amarilla a Tais, Fchurrer, Bonnissel, Djalminha, Salva, Naybet, Amavisca y Víctor, Donato y Manuel Pablo. Unos 15.300 espectadores en el campo de El Sardinero.
Curiosamente, Gustavo Benítez, un hombre que ama el fútbol de ataque, lo fiaba todo a la contra. Su equipo esperaba al Deportivo en su área y se encomendaba a la inspiración de Munitis y las salidas desde las bandas de Amavisca, los únicos argumentos del Racing en la primer periodo.
Sin embargo, este panorama cambió por completo en la reanudación, el Deportivo perdió el sitio, dejó la ambición en el bolsillo, pareció olvidar su cita con la Liga de Campeones y pasó a ser dominado por su rival. Nada más comenzar la segunda parte. Munitis estuvo a punto de inaugurar el marcador si no remata alto un pase de Tais. A continuación, el delantero Salva remedó la jugada anterior y estuvo a punto de batir a Songo"o. El Deportivo renunció al ataque. Jabo Irureta movió a Turu Flores, le pasó de la banda izquierda al centro del ataque y el ensayo resultó un fracaso total. El goleador argentino dejó de sembrar el pánico en la defensa del Racing y se convirtió en presa fácil de sus implacables marcadores Arzeno y Mellberg. A falta de 12 minutos para el final la carencia de ambición del Deportivo encontró su merecida réplica. Munitis recibió un pase de Mellberg desde la banda derecha y engatilló un zurdazo por bajo que batió sin remisión a Songo"o. El gol no estuvo exento de polémica, el juez de línea había levantado la bandera previamente, algunos jugadores del Deportivo se desentendieron del juego, pero el árbitro mandó seguir la jugada entre las protestas de los coruñeses.
Cinco minutos más tarde, llegó el empate. Mellberg empujó en el salto a Flores y el árbitro selaó penalti. Djalminha ejecutó un gran lanzamiento y batió de tiro ajustado a Grodas, entre los aplausos de los hinchas coruñeses que se dieron cita de forma minoritaria en El Sardinero.
El Deportivo dejó ver claras sus intenciones desde el principio. Su objetivo no era otro que resolver pronto la papeleta, es decir, demorar lo menos posible la solidez de su candidatura a la Liga de Campeones.
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