El Madrid aprovecha el 'efecto Savio'
Dos goles de Morientes, que los marca a pares, coloca al equipo de Toshack en la segunda posición de la Liga
Son el Madrid y el Mallorca los polos opuestos del fútbol: el Madrid quiere tener mucho tiempo el balón, al Mallorca no le hace falta; el Madrid quiere partidos con muchos goles; al Mallorca le basta con que haya uno; el Madrid suma despiste tras despiste, el Mallorca pasará a las enciclopedias como modelo de concentración defensiva y contragolpeante. Ayer buscó más de lo mismo, y poco le faltó para conseguirlo, porque Toshack, el entrenador del Madrid, tenía el partido entregado para el empate a la altura del minuto 45. Pero ayer el Mallorca se encontró con tres dificultades: no pudo alinear a Biagini, y en eso se resintió su contragolpe; sus delanteros fallaron en varios favores que concedió la defensa madridista; y en la segunda parte apareció el efecto Savio.John Toshack había relegado a Savio una vez más en la alineación inicial, en favor de Jarni. Se olvidaba del talento y de la rapidez, del zigzagueo eficaz, de las respuestas en corto del brasileño, y de su valentía, para preferir el juego largo del croata, sus centros de rosca y su timidez. Era uno de esos mensajes que los entrenadores envían al público, al rival y, sobre todo, a sus propios jugadores: "tengo miedo".
REAL MADRID 2
MALLORCA 1Real Madrid. Illgner; Panucci, Hierro, Iván Campo, Roberto Carlos; Seedorf, Redondo, Mijatovic (m. 57, Savio), Jarni (m. 65, Sanchis); Morientes y Raúl (m. 39, Guti). Mallorca. Roa; Olaizola, Marcelino, Siviero, M. Soler; Lauren, Engonga, Ibagaza, Stankovic (m. 60, Paunovic); Dani, Chupa López (m 64, Carlos). Goles. 1-0. M. 33. Córner que Seedorf saca en corto a Raúl, éste le devuelve el balón y el holandés centra al segundo palo. Allí, Hierro cabecea hacia el primero, donde Morientes se impone en el salto a Engonga. 2-0. M. 85. Morientes, de fuerte disparo aprovechando un magnífico pase de Guti. 2-1. M. 90. Dani, cerca de la portería y a la media vuelta. Árbitro. Eduardo Iturralde, del colegio vasco. Amonestó a Roberto Carlos y Sanchis. Estadio Bernabéu. 80.000 espectadores
Savio saltó del banquillo para calentarse en el minuto 2 de la segunda parte, con motivo de una lesión leve de Morientes. Y el estadio le acogió con una ovación. Cuando Toshack tomó la decisión de introducir su primer cambio, salió Sanchis por Jarni; y todo el Bernabéu coreó el nombre de Savio, en una protesta unánime.
El encuentro comenzó con un acoso intenso del Real Madrid, que lanzó tres saques desde el rincón en los tres primeros minutos, y una falta peligrosa en el cuarto. Anunciaba ya su principal peligro de la tarde: los balones bombeados. Para entonces, ya había disparado Roberto Carlos desde lejos (Roa desvía a córner), Raúl había estado a punto de empujar el balón a la red (Roa corta con el pie antes de que el madridista llegue) y Panucci había rematado defectuosamente uno de los siete saques de esquina que el Madrid prodigó duante la primera mitad. Y en el sexto lanzamiento desde la esquina llegó el gol de Morientes, sin que apenas mediasen un par de ataques más del Mallorca.
La segunda parte comenzó igual que la primera, pero en este caso con las ocasiones consecutivas para el Mallorca. Ibagaza falló (ni siquiera dio al balón) cuando sólo necesitaba enganchar el cuero porque estaba solo a siete metros de la portería, Dani también pifió un disparo con la izquierda dentro del área, y el guardameta madridista desvió a córner un disparo de Ibagaza. Poco después, Iván Campo cometía una falta innecesaria y peligrosa al borde del área, pero el disparo consiguiente chocó en la barrera.
El Madrid dejaba el terreno al rival y empezaba a desorganizarse. Sanchis no servía de nada y todo el Bernabéu aclamaba a Savio, que seguía observando el partido mientras correteaba por la banda. Por fin, en el minuto 57, Toshack congenió con su afición. Y tal vez consigo mismo y su estrategia preconcebida días antes.
Sólo la reacción que Savio suscitó en el público y lo que los ánimos de la grada influyeron en los jugadores ya merecían la pena. Se vio en los dos minutos siguientes: dos jugadas de ataque del Real Madrid, dos remates de Morientes que se marcharon fuera por poco, el primero en jugada de Raúl y el segundo tras el caracoleo del propio Savio entre dos defensas contrarios.
El Mallorca no se inmutó mucho, como es costumbre. Siguió a lo suyo con mucho orden y ocupando cada vez más las zonas de ataque. Se arriesgaba al contragolpe madridista, pero Seedorf no estaba para muchas inspiraciones, y Panucci tampoco. Sólo Savio asustaba.
Con seis minutos de partido esperando todavía en el reloj, Toshack sacó del campo a Raúl y dio entrada a Guti, muy aplaudidos ambos en su cruce de caminos. Al poco, Guti respondió al detalle. Llegó el contraataque que podía temer el Mallorca: Iván Campo arrebató el balón a Ibagaza en una entrada terrible con los dos pies, Guti lo tomó en el centro del campo y largó un pase hermoso hacia Morientes, que supo diligenciarlo hasta hacer su segundo gol.
El Mallorca conseguiría por fin su objetivo de marcar en un despiste del Madrid. Lo hizo en el minuto 90, después de que Dani, el autor, se ayudase con el brazo para llevarse el balón. Ese tanto podía haber llegado mucho antes. Pero el efecto Savio, que reanimó a un Madrid dormido, lo puso más lejos y le quitó el valor del empate.
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