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Pujol inaugura con gran solemnidad la plaza de un complejo urbano inacabado de Olot CiU se opone a la línea de alta tensión que cruzaría varias comarcas de Girona

Hubo descubrimiento de placa conmemorativa, discursos amplificados, música de sardanas, esbarts dansaires y frugal refrigerio popular servido por esforzados camareros, pero el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, prefirió calificar de simple visita su presencia en una flamante plaza de Catalunya de Olot abarrotada. En su discurso llegó a decir que venía a inaugurarla -tal como constaba en la placa de cristal que acababa de descubrir-, pero inmediatamente se corrigió a sí mismo y aseguró que su presencia era "más exactamente una visita porque [las instalaciones] aún se están haciendo".

La oposición en bloque había denunciado que la visita constituía una "falta de ética política" y tenía previsto entregar un comunicado en el que denunciaba que el presidente realizara dos inauguraciones en pleno despegue de la campaña electoral. No obstante, a última hora renunció a su pretensión. La plaza de Catalunya de Olot forma parte de un ambicioso complejo urbanístico de iniciativa enteramente privada que ocupa los terrenos de una antigua fábrica textil. Dos enormes grúas recordaban ayer que faltan diversos edificios de viviendas para completarlo. Ante la valla de estos solares, una pancarta rezaba: "Electoralismo, no, gracias". Tampoco se ha abierto al público el establecimiento situado en el mismo centro de la plaza. El presidente de la Generalitat afirmó en su discurso que los jóvenes necesitan principalmente dos cosas para instalarse definitivamente en la vida: trabajo y casa. Aseguró que la construcción de los 140 nuevas viviendas del complejo contribuirían a retener a los jóvenes en Olot. Pujol no se refirió al precio de estos pisos, que incorporan los últimos avances en domótica y se promocionan con carteles que destacan sus "viviendas dúplex de 265 metros cuadrados con piscina individual". La intervención de Pujol contó con un sorprendente golpe de efecto. Cuando se refirió a la conservación de la imponente chimenea de la antigua fábrica, instalada en una de las esquinas de la plaza, hizo notar a los presentes que de la larga columna de ladrillos salía una densa humareda blanca preparada especialmente para la ocasión. La nota emotiva vino de la mano del bebé del consejero Pere Macias, ex alcalde de Olot. Pujol explicó a la audiencia que Macias había sentido la necesidad de enseñarle la plaza a su hijo, a pesar de que éste acaba de cumplir dos meses. La primera piedra del complejo se puso el mismo día en que Macias renunciaba a la alcaldía para acudir al Gobierno de la Generalitat. "Fijaos qué cosa más tierna", dijo el líder nacionalista arrancando el único aplauso que interrumpió su discurso. A primera hora de la mañana Pujol visitó la fábrica olotense de embutidos Espuña, donde en un contacto con la prensa aseguró que la Generalitat se opone a un posible trazado por la Garrotxa de una línea de alta tensión. "La gente no debe tener miedo de estas redes, aunque comprendo que se movilicen", dijo el presidente refiriéndose a una convocatoria de la asociación ACAE para una acción pacífica, esta mañana en Olot, contra la línea de 400.000 voltios promovida por Red Eléctrica Española y que podría afectar a zonas de las comarcas del Gironès, Garrotxa, Selva y Ripollès. Pujol aseguró que, a pesar de que la Generalitat no tenga plena competencia en este campo, su decisión "pesa" y tiene responsabilidad sobre el territorio.

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