El euro marca otro mínimo y llega a cotizar por debajo de 1,040 dólares

La cotización del euro volvió a caer a mínimos históricos, 1,0390 dólares a última hora de la tarde de ayer, ante el total desinterés de los mercados y sin que las declaraciones de apoyo por parte de políticos y financieros tuviera efecto alguno. Para los operadores del mercado de divisas "no existe ningún motivo para comprarlo" y, de paso, señalan que "nunca una moneda interesó tan poco a sus gestores", en una clara alusión a la ausencia de intervenciones por parte del Banco Central Europeo (BCE) ante la constante caída de la divisa.

La cotización del euro cayó a última hora de la tarde de ayer hasta el nuevo mínimo histórico de 1,0390 dólares, lo que supone una caída del 10,94% desde el cambio oficial de 1,1667 fijado en el momento de su nacimiento, y del 11,87% desde su mejor cambio oficial, 1,1790 dólares, del día 5 de enero.El cambio oficial marcado ayer por el BCE fue de 1,0479 dólares, 0,0006 por encima del día anterior, y gracias a la posibilidad de que se convocara una reunión urgente del Banco Central Europeo para tratar este asunto. A lo largo del día el euro llegó a cotizar a 1,0500 dólares, pero al no confirmarse reunión ninguna y ofrecerse a cambio una batería de declaraciones de políticos y financieros en defensa del euro, las aguas volvieron a sus cauces.

Las declaraciones políticas en defensa de la situación del euro estuvieron encabezadas por el canciller alemán, Gerhard Schröder, quien consideró "exageradas" las reacciones ante una situación coyuntural. Para el canciller alemán, la decisión de los ministros del Finanzas europeos que permite a Italia superar el 2% de déficit público acordado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento no debilita en absoluto estos acuerdos.

Precisamente, lo que temen los mercados es que el visto bueno obtenido por Italia sea la ventana por la que se cuelen otros estados miembros también con problemas de recaudación debido a la desaceleración del crecimiento económico.

La aparente tranquilidad de los políticos chocó con las duras críticas de Hans Tietmeyer, presidente del Bundesbank (banco central alemán), quien insistió en que todos los países de la zona euro deben cumplir las reglas de la Unión Económica y Monetaria.

El sucesor de Tietmeyer, Ernst Welteke, coincidió con éste en que el BCE no puede hacer más por el euro -a pesar de que aún no ha intervenido en los mercados- y en que deben acometerse cambios estructurales en la política económica de la zona euro para solucionar la constante devaluación de la moneda europea.

En los mercados de divisas no se descarta que finalmente el Banco Central Europeo tenga que intervenir en defensa del euro, una medida que hasta ahora no se ha tomado para no dar muestras de debilidad frente al dólar.

La actual situación favorece a los países exportadores, principalmente Alemania, Francia e Italia, cuyas empresas se benefician notablemente de la debilidad del euro.