Clos apuesta por convertir el aeropuerto de El Prat en "la Seat del siglo XXI"

El aeropuerto de El Prat es una de las piezas clave de la expansión económica de los próximos años, algo así como "la Seat del siglo XXI", describió el alcalde de Barcelona, Joan Clos, candidato a la reelección. El Partit dels Socialistas (PSC) presentó ayer sus propuestas para impulsar el aeropuerto, que debería dejar de limitarse a responder a la demanda de viajeros y ser capaz de generar oferta y más empleo. Para ello, Clos defendió cambiar el modelo de gestión.

La fórmula sería la creación de un consorcio en el que estuvieran representadas las tres administraciones: central, autonómica y municipal. El alcalde se "ofreció" a que el Ayuntamiento de Barcelona fuese el director del futuro órgano de gestión y se mostró contrario a la opción de la privatización "pura y dura" que parece que plantea el Ministerio de Fomento para acabar con el caos aeroportuario. El consorcio, según la propuesta, crearía una sociedad de gestión que se encargaría de financiar la ampliación del aeropuerto de El Prat y gestionar su funcionamiento. Sería en esa sociedad, en la que se incorporaría un operador internacional, donde debería entrar el "capital privado catalán". Clos presentó ayer, en el primer acto de campaña, las propuestas relativas al futuro del aeropuerto en una visita al aeródromo de Sabadell (Vallès Occidental), donde resaltó que el sector aeronáutico está actualmente infravalorado políticamente por parte de la Generalitat, así como infrautilizado. En ese sentido, el candidato del PSC repitió que el futuro de Barcelona depende, en parte, del desarrollo de ese sector y, en concreto, de potenciar el aeropuerto de El Prat porque, actualmente, se encuentra en una situación de desequilibrio con respecto a la ciudad: "Lo que no puede ser es que Barcelona sea la quinta aglomeración urbana europea y cuente con un aeropuerto que está en el decimoquinto puesto de la clasificación continental". Destacó que actualmente el número de pasajeros es de 16 millones al año y que sus objetivos pasan por conseguir 30 millones de pasajeros en el 2005 y llegar a los 40 millones en el 2010. Pero el objetivo del planteamiento ayer presentado por el alcalde no es sólo aumentar el número de pasajeros, sino convertir el aeropuerto en un motor económico del siglo XXI que genere 60.000 puestos de trabajo directos e inducidos. Sobre todo, que pueda responder a la "capacidad que tiene Barcelona de atraer a las nuevas industrias y a los nuevos focos de la economía", matizó. Entre las propuestas, el alcalde resaltó la necesidad de que Barcelona cuente con una escuela universitaria de pilotos y una escuela de formación de controladores aéreos -la única que existe está en Madrid-. Ambas deberían ubicarse en El Prat, según Clos. Además de pedir que se agilice la ampliación del aeropuerto de El Prat, el candidato del PSC también reclamó que se desarrolle un plan aeroportuario de Cataluña que distribuya y promueva la actividad entre los aeropuertos catalanes y sus conexiones.