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India acentúa la tensión con Pakistán con dos bombardeos sobre la guerrilla de Cachemira

India y Pakistán, potencias nucleares desde hace un año, reanudaron ayer una peligrosa escalada bélica entre dos países que se han enfrentado ya en tres guerras abiertas desde su independencia de la corona británica, en 1947. La aviación india lanzó a primeras horas de la mañana dos ataques contra la guerrilla musulmana que había atravesado a comienzos de mes la llamada Línea de Control, que divide la disputada región himalaya de Cachemira, bajo la protección del fuego de la artillería paquistaní. Se trata de la primera incursión aérea registrada en la zona en tiempo de paz.Aparatos Mig-23 y Jaguar, apoyados por helicópteros MI-17, bombardearon a partir del amanecer las posiciones ocupadas por unos 400 rebeldes separatistas musulmanes, calificados de mercenarios afganos por Nueva Delhi, en los sectores de Kargil, Batalik, Drass y Moshka a lo largo de la línea divisoria de la región de Cachemira, dos tercios de la cual se hallan bajo control indio y el resto, del Gobierno de Islamabad.

"Los ataques aéreos se mantendrán hasta que recuperemos nuestro territorio", rezaba un comunicado oficial indio, al tiempo que advertía a Pakistán de que su Ejército respondería con "las medidas apropiadas" si intervenía en la zona. "Pakistán debería dejar de ayudar a los guerrilleros y garantizar su retirada para normalizar la situación sobre el terreno", agregaba el comunicado.

Incursión rebelde

En una conversación telefónica, el primer ministro indio, Atal Bahari Vajpayee, advirtió a su homólogo paquistaní, Nawaz Sharif, de que iba a utilizar todos los medios necesarios para rechazar la incursión rebelde.

El ministro paquistaní de Exteriores, Sartaj Aziz, acusó ayer al Gobierno de Nueva Delhi de ser responsable de "la escalada militar". "El Ejército paquistaní ha sido puesto en estado de máxima alerta, y sigue de cerca la situación desde la Línea de Control", aseguró un portavoz militar en Islamabad.

Desde el pasado día 9, se han sucedido los intercambios de disparos de artillería a ambos lados de la línea divisoria de Cachemira en Kargil, donde Nueva Delhi ha reforzado sus defensas con otros 15.000 soldados. Los combates han forzado la huida de decenas de miles de habitantes en la zona. India sospecha de que la infiltración de la guerrilla musulmana obedece a un intento de cortar el paso en la estratégica carretera que enlaza Srinagar, la capital del sector indio de Cachemira, con la ciudad de Leh, en la región himalaya de Ladakh.

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El Gobierno de Nueva Delhi, que asegura haber abatido a 160 guerrilleros en los últimos días, acusa a Pakistán de haber derribado el pasado lunes a uno de sus aviones de reconocimiento con un misil SAM.

Los últimos enfrentamientos han hecho saltar por los aires el frágil acercamiento diplomático iniciado el pasado mes de febrero durante la visita de Vajpayee a la ciudad paquistaní de Lahore, que intentaba poner fin a la tensión desatada por las pruebas nucleares efectuadas por ambos países en 1998. En su reunión con Sharif, la primera mantenida entre los primeros ministros de India y Pakistán en más de 10 años, intentó también abrir una vía de diálogo para solucionar el conflicto de Cachemira.

Estados Unidos, el Reino Unido y Naciones Unidas han expresado su preocupación por los combates entre ambos países, en un momento en el que el Gobierno de Nueva Delhi se encuentra en funciones, tras la moción de censura del pasado mes de abril, hasta las elecciones del próximo septiembre.

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