15.000 ingleses llegan sin entrada, y 5.000 viajan con localidades falsas
La final de la Copa de Europa es, en opinión de expertos policiales, el encuentro más peligroso de la historia continental. "Es el que acumula más y mayores riesgos", explica Silverio Blanco, inspector jefe de las unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, "porque supone el mayor desplazamiento de hinchas que se ha producido nunca en Europa, porque son dos aficiones que se tienen ganas, y porque dos datos han venido a agravar este panorama: la policía inglesa cifra en 15.000 los hinchas del Manchester que se desplazan a Barcelona sin entrada, y se calcula que hay unas 5.000 falsas. Ello supone que 20.000 personas pueden querer entrar en el campo del FC Barcelona repleto, lo que agravará los problemas de seguridad".Eugenio Pino, comisario jefe de la brigada central de los antidisturbios, explica que muchos seguidores del Manchester llegan sin entrada sólo para poder decir que estuvieron en Barcelona con su equipo el día en que se ganó la Copa de Europa. "Pero algunos", añade preocupado, "intentarán entrar en el campo por todos los medios".
El sistema para acceder a un estadio sin entrada es el de la avalancha, acción típica de los hooligans (gamberros ingleses), que ya pusieron en práctica en el campo del Barça en 1997 algunos aficionados del Newcastle.
Tres filtros
Para evitar avalanchas y para frenar en su origen posibles enfrentamientos entre los 70.000 hinchas -unos 30.000 alemanes y unos 40.000 ingleses- se ha preparado un dispositivo de tres filtros por el que tendrán que pasar todos los espectadores antes de llegar a su localidad. Para controlar a los aficionados se han movilizado 5.500 policías, pero sobre los 3.000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), de ellos 1.100 desplazados de otros lugares de España, recaen las labores más duras del control de esta fabulosa masa, cuyos adelantados empezaron a llegar ya el lunes. El control de los hinchas implica también al resto de cuerpos policiales: Guardia Civil de Tráfico, Mossos d"Esquadra y a la Guardia Urbana de Barcelona. Ayer, los jefes del CNP, que dirige y coordina las labores de prevención, no escondían su preocupación y sus temores por el desarrollo de los acontecimientos. "La idea es que las dos aficiones no se junten", explicaba Eugenio Pino, consciente de que las dos hinchadas se tendrán que verse las caras en las calles de Barcelona y temiendo de que ni dentro del campo se pueda asegurar este objetivo. Cada fondo estará ocupado por una hinchada; la tribuna está reservada a prensa y a personalidades de los dos equipos, pero el lateral, zona de separación de las dos aficiones destinada teóricamente a espectadores neutrales -socios del Barça en su mayoría- puede estar ocupada en gran parte por hinchas de uno y otro equipo mezclados gracias a los neutrales que han revendido sus entradas.
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