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EDUARDO NORIEGA | ACTOR

"Parece que me estoy especializando en directores noveles"

La carrera de Eduardo Noriega (Santander, 1973) es una continua línea ascendente. El éxito le ha sonreído siempre a este joven actor que ha sabido embarcarse en los proyectos adecuados y rodearse de los mejores. Los 24 premios que ha recibido el corto Allanamiento de morada, del que es protagonista, demuestran la eficacia del equipo que ha formado con su amigo Mateo Gil, director y guionista. Después de Tesis, de Amenábar, e Historias del Kronen, de Armendáriz, el actor está bajo las órdenes de Mateo Gil en Nadie conoce a nadie. La película, basada en la novela de Juan Bonilla, se rueda desde hace dos semanas en Carmona (Sevilla). Pregunta. Usted ya ha trabajado en varios proyectos junto a Mateo Gil, pero Nadie conoce a nadie es el primer largometraje que dirige Gil, ¿cómo se encuentra bajo sus órdenes? Respuesta. Es un trabajador nato y tiene un talento del copón. Le gusta tenerlo todo muy controlado. Pero, en el momento en el que dice "acción" está abierto también a cierta improvisación. P. ¿Hay diferencias entre rodar con un director novel y un veterano? R. Parece que me estoy especializando en directores noveles. Por un lado está muy bien, porque los jóvenes tienen un montón de energías y eso se trasmite a todo el equipo. Sin embargo, también me gustaría mucho trabajar con grandes del cine español como Víctor Erice, Gonzalo Suárez, Gutiérrez Aragón o Pedro Almodóvar. P. El equipo tenía previsto rodar escenas en Sevilla que se están haciendo en Carmona, ¿ha habido problemas? R. Sí, más de los que nos esperábamos. Sevilla es una ciudad donde no se suele rodar y, por eso, creíamos que la gente se iba a volcar. Sin embargo, aquí en principio todo es no y, después, ya veremos. P. La película habla de su propia generación, gente que tiene unos veinte años y está desencantada, ¿cree que es reflejo de la realidad? R. No. No creo que sea representativo de mi generación. Como en toda película, al sacar algo de contexto se exagera. Aunque hay que reconocer que hay mucha gente joven que se marca unas metas en la vida y cuando está a punto de lograrlo tienen una sensación de vacío, se preguntan ¿y ahora qué? P. ¿Usted no tendrá esos problemas de vacío? R. La verdad es que no. En enero recibí cantidad de ofertas para este año, más de las que puedo atender. De la profesión de actor me atraía la inseguridad, pero de momento no la he experimentado. Tengo 25 años y me resulta difícil decir no a cosas que me ofrecen. Mi sueño sería hacer una película al año, si te embarcas en cinco proyectos es imposible que hagas bien tu trabajo.

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