Unió amenaza con la expulsión al sector disidente y zanja su crisis interna El partido cierra filas en torno a Duran Lleida

La dirección de Unió Democràtica no se va a dejar amedrentar por el sector crítico del partido, encabezado por el ex secretario de organización Vicenç Gavaldà. O terminan con el ataque personal a la cúpula democristiana o el siguiente paso es la apertura de un expediente disciplinario, lo que supone la inmediata expulsión. En el consejo nacional de ayer, los críticos se vieron obligados a retirar la moción que reclamaba las listas abiertas para la elección de candidatos.

El presidente del comité de gobierno, Josep Antoni Duran Lleida, y el presidente del consejo nacional, Joan Rigol, lanzaron ayer el primer aviso: la reciente discusión sobre las listas abiertas ha soprepasado con mucho el debate interno sobre las ideas y se ha convertido en un ataque directo a las personas. Incluso varios militantes han tenido que pedir amparo al propio Rigol en las últimas semanas ante lo que consideran una descalificación personal, según fuentes del partido. El consejo nacional se preveía movido. La fracción disidente había presentado una moción en la que se reclamaba la elección de candidatos a partir de listas abiertas alternativas, lo que no había conseguido en la asamblea local de Barcelona. Mediante esta propuesta los críticos intentaban medir sus fuerzas en el seno del consejo. Pero el escenario se les presentó pésimo. La mayoría de los consejeros cerarron filas a favor de la dirección. Tres destacados dirigentes habían arremetido anteriormente contra Jordi Petit por su decisión de cesar como secretario general adjunto manteniendo su cargo en el comité de gobierno. Y Duran y Rigol amenazaban con la apertura de expedientes porque, afirmaban, "son la salvaguarda de la cohesión interna del partido". Por si fuera poco, una moción de Unió de Joves -la sección juvenil del partido- calificaba la actitud de los críticos de "lamentable y deplorable". También se rechazó la propuesta de discutir en los ámbitos territoriales la iniciativa de listas abiertas. Al final, la cúpula de UDC optó por presentar una moción alternativa que contó con el amplio respaldo del consejo nacional: un total de 146 votos a favor y tan sólo una abstención. La moción zanja el debate sobre las listas abiertas (se requiere una modificación de los estatutos en un congreso extraordinario) y apuesta por centrar todos los esfuerzos en las próximas elecciones municipales. El consejo nacional juzgó muy positivo el pacto electoral suscrito con sus socios de Convergència para los comicios del 13 de junio. Sin embargo, Duran Lleida no ahorró críticas contra CDC y especialmente contra el secretario general, Pere Esteve, por haber comparado la crisis de Unió con la del partido socialista tras la dimisión del candidato José Borrell. "Nosotros siempre nos mantuvimos al margen en la crisis convergente cuando dimitió Miquel Roca", comentó ayer un dirigente democristiano Los consejeros también aprobaron una moción de apoyo al Partido Nacionalista Vasco en su reprobación al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, por sus declaraciones sobre la Guardia Civil como gendarme de la unidad de España.