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LUIS ANTONIO DE VILLENA ESCRITOR "El mercado convierte a los libros en sacos de patatas"

Defiende la capacidad de innovar frente a la inercia de dejarse llevar por lo que ya está hecho y le ha dado buen resultado. Luis Antonio de Villena, escritor y crítico literario, cree que una de las opciones más prácticas para conseguir que los jóvenes estudiantes se interesen por la literatura es no aburrirlos. Eso supone, según su planteamiento, introducirlos en las letras desde lo que tienen más cercano, hablarles primero de los títulos más actuales para llegar después a los textos clásicos. Pregunta. ¿Cree que deberían seguirse algunas pautas para lograr interesar a los jóvenes por la literatura? Respuesta. La principal formación consiste en entrar en la literatura de una forma práctica. Comentando textos, por ejemplo. Pero eso no se puede hacer si no existe antes una base. Me parece un error empezar a hablarle a la gente joven de las jarchas o del Poema de Mio Cid, porque probablemente no les interesen mucho. Una posibilidad sería empezar al revés, viendo primero la literatura contemporánea y, de ahí, bajar hacia atrás. P. Usted está de acuerdo con que le hicieran aprender de memoria poemas en el colegio... R. Creo que aprender poemas de memoria es una forma de hacer sentir la literatura. No digo que sea un modo de amarla, pero es algo así como el pintor que se acerca a los colores, aunque no aprenda a pintar. P. ¿Defiende que los docentes obliguen a leer a sus alumnos, aunque la lectura se defina como placer? R. El maestro no tiene más remedio que obligar un poco. Pero creo que la educación se debe imponer como seducción. Al alumno hay que obligarlo a leer, pero no un libro concreto. Se le debe ofrecer una amplia selección de libros para que escojan. El buen profesor debe saber qué tipo de lectura le gustaría a cada alumno. P. Como crítico, ¿qué tipo de literatura cree que se hace ahora? R. Una literatura muy plural, y eso es bueno. El gran problema para muchos escritores es su absoluta claudicación al mercado. Eso ha convertido los libros en una especie de sacos de patatas que se sustituyen cada tres meses. P. ¿La cantidad de títulos afecta al lector? R. Es cierto que el lector se ve bombardeado por una gran cantidad de libros. Se le dice que todos son maravillosos y es difícil elegir. Creo que debe ser la formación de cada cual la que ayude al lector a filtrar esa gran cantidad de títulos que llegan al mercado. P. Como escritor, ¿cómo se plantea el ejercicio de la literatura? R. A mí me han acusado de cambiar con frecuencia en mis libros. Pero eso es algo que me parece bien. Hay escritores que se duermen en los laureles y empiezan a repetir. Otros repiten porque no tienen tiempo para pensar porque viven constantemente en la gloria.

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