"El desembarco de Normandía"

"La presidencia no se cede en un acto académico cuando las relaciones no son cordiales", apuntó el rector de la Universidad de Alicante (UAL), Andrés Pedreño. Corría el 5 de octubre de 1995 y se acaba de concretar la creación de la primera universidad del PP: la Miguel Hernández de Elche, que se iba a nutrir de los centros y facultades del campus alicantino. El conflicto protocolario en la inauguración del curso, a los pocos meses de tomar posesión Eduardo Zaplana, puso en evidencia que las relaciones del Consell con el mundo académico no iban a ser placenteras. La irrupción de Zaplana en el campus con la plana mayor del partido y del gabinete -más conocido como el desembarco de Normadía- convirtió la ceremonia en la página más negra de la historia de las universidades valencianas. Pedreño fue bautizado adalid de la autonomía universitaria, en el plano nacional. Y como el enemigo público número uno, en el seno del PP. La Facultad de Medicina, verdadera joya de la corona de la UAL por su calidad docente e investigadora, el Instituto de Neurociencias y la Escuela Estadística fueron segregados por decreto. La UAL y el PSPV recurrieron la segregación que, si bien ha sido apoyada por el Tribunal Superior de Justicia, queda pendiente aún de que el Tribunal Constitucional determine si la actuación del Consell fue o no un atentado contra la autonomía universitaria. Para Zaplana, la creación de la quinta universidad ha sido uno de sus grandes logros. Pero la breve historia de la Miguel Hernández, dirigida por Jesús Rodríguez Marín, hermano de un diputado del PP, no escapa a conflictos como la designación de la esposa del consejero de Presidencia, José Joaquín Ripoll, como asesora del rector; o la reciente dimisión de Jaime Merchán como vicerrector de Ordenación por discrepancias.