El Racing frena al Mallorca

Un golazo de Ismael, el cuarto en su cuenta particular, frena la escalada del Mallorca, acerca cada vez más el alirón del Barça, acaba con el gafe racinguista en su campo (no ganaba desde el 28 de febrero, 2-0 al Alavés), y ese mismo gol reconcilia al técnico uruguayo Benítez con sus detractores. Pocas veces un gol habrá tenido tantas consecuencias como el marcado ayer en El Sardinero por el cerebro del equipo cántabro. Cúper demostró que la mecánica futbolística no tiene secretos para él. Es capaz de recomponer todas las piezas que sean necesarias. Pero el técnico argentino no posee el don de obrar milagros. En la segunda parte el Mallorca flaqueó demasiado y fue literalmente barrido por el empuje, la fe y la casta del Racing. El cambio de Stankovic nada más comenzar el segundo tiempo reveló los planes secretos de Héctor Cúper. Era evidente que la sombra de Birmingham planeaba sobre su cabeza. A pesar de su concentración en el partido, la verdad es que estaba pensando en la Lazio. El partido ante el Racing era importante, como había declarado públicamente, pero no tanto como la final de la Recopa.La segunda parte puede decirse que fue un monólogo del Racing. Superó al Mallorca en todas las líneas. Jugó con genio, con casta, con fe, persuadido de que el Mallorca era un equipo vulnerable. Y llegó el gol de Ismael, de perfecta ejecución. Una falta sobre Munitis, al borde del área, fue sacada con inteligencia por Víctor. Pasó el balón hacia atrás sobre el internacional cántabro y éste conectó un derechazo impresionante, que introdujo el balón por la escuadra haciendo inútil la estirada del meta Roa. El gol dio alas al Racing, la grada gritó una y otra vez "Benítez, Benítez", como si hubieran firmado la paz con el técnico uruguayo. En esta fase del partido, el equipo cántabro redujo a cenizas al Mallorca, obligándole a replegarse sobre su área y no dándole ninguna opción ofensiva.

Héctor Cúper lo recompone todo. Hay que buscar dos piezas de recambio para sustituir a Vicente Engonga y Marcelino, y las encuentran. Baja a Lauren al lateral derecho, coloca a Olaizola en el centro de la zaga, retrasa a Dani, autor de 11 goles en la Liga, y juega en punta con Luque y Biagini. Todo da exactamente lo mismo. El Mallorca sigue jugando como siempre, como si Engonga y Marcelino no estuvieran viendo el partido vestidos de paisano en el palco presidencial. Cúper, protegido de la lluvia con un impermeable negro de plástico, como un capitán de navío en el puente, no deja de dar instrucciones a sus jugadores. Permanece todo el tiempo de pie. Y el Mallorca funciona como una máquina, que no se para nunca. Es un equipo vivo, a pesar de sus ausencias. Su mejor oportunidad de marcar se presentó en el minuto 11 de partido, Niño disparó un balón a bocajarro y el balón se encontró en su trayectoria con el cuerpo de Grodas.

Antes, el árbitro había anulado la mejor acción ofensiva del Racing. Una bicicleta de Munitis, estilo Denilson, en la banda derecha, terminó con un pase a Ismael que disparó desde lejos y el balón entró en la red tras conectar con un jugador racinguista en presunto fuera de juego.