Sindicatos de la cárcel de Málaga critican la falta de personal

"Alhaurín de la Torre se está convirtiendo en una cárcel peligrosa". Con estas palabras el responsable de prisiones de CC OO, Chema López, denunció ayer -apoyado por los sindicatos CSIF y ACAIP- la masificación y la falta de personal que sufre el centro penitenciario más grande de España. Lo hizo con un argumento en la mano: un altercado en el centro que el pasado 30 de abril se saldó con un preso y cuatro funcionarios heridos. La capacidad real de la prisión -que López cifró en 917 plazas- se "ve duplicada de forma permanente". "La ley es explícita al respecto: debe haber un interno por celda salvo situaciones excepcionales. Aquí, lo que es excepcional se ha convertido en lo habitual". Las consecuencias son claras: "Hay una clasificación alegal en la que se mezclan menores con adultos, multireincidentes con primerizos". El encargado sindical aseguró que los aproximadamente 480 trabajadores que hay no bastan y que hacen falta unos 80 más "sin los cuales es imposible garantizar la función y la seguridad de la prisión". Los programas como el de metadona -"que está siendo atendido por auxiliares de clínica en vez de por médicos"- y el de prevención de suicididos son donde más se hacen patente escasez falta de recursos humanos, según López. Fuentes de la prisión negaron que haya masificación en la prisión. "Nuestro centro está habilitado para dos personas por celda", aseguraron y desmintieron que se esté produciendo una mezcla de los internos, con excepción de la primera semana de ingreso, que permanecen juntos en observación. Reconocieron, eso sí, que hasta principios de julio hay 50 trabajadores menos de los necesarios por los traslados como consecuencia de un concurso a nivel nacional. "Pero se trata de una situación coyuntural", matizaron.