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Ciudad laboratorio

Las circunstancias, las aversiones, las emergencias. Ésas, y otras, han sido las materias que forjaron después de las elecciones de 1995 el llamado Pacto por Puerto Real. Sustancias políticas y personales que pusieron la argamasa entre el PP y el PSOE, a los que se sumaron el PA y Ecologistas + Ciudadanos (E+C), para el gobierno de la villa (31.807 habitantes) contra los votos mayoritarios de IU y la omnipresencia de su candidato, José Antonio Barroso, alcalde desde 1979. Si el pacto a la griega entre el resto de partidos no lo desaloja, aún estaría gobernando la ciudad con la lista más votada, pero en minoría, hace cuatro años. "Salvar Puerto Real". Ese fue el grito unánime de los partidos del pacto. Para ello, convirtieron el Ayuntamiento en un laboratorio y la política en la ciencia de lo imposible. Al menos sobre el papel. En medio folio, escribieron la articulación del acuerdo. Los dos primeros años y medio del mandato, la alcaldía para Antonio Carrión (PP). El último año y medio, Antonio García (PSOE) de alcalde. La primera tenencia de alcaldía para E+C y una parcela de gobierno para el edil del PA. El pacto de gobierno alcanzó a la línea flotación del PSOE de Puerto Real: los concejales socialistas fueron expulsados del partido por pactar con el PP contra la voluntad de la organización. El PSOE habló con la boca chica: tres años después readmitió a estos ediles y ha vuelto a apostar por García como candidato. Es necesario anteponer las circunstancias del gobierno para entender lo que ha sucedido estos cuatro años en Puerto Real: cada partido dibuja un resultado bien distinto. El término municipal, uno de los más extensos de la provincia de Cádiz, aglutina a empresas estratégicas del sector industrial: Astilleros, Dragados Off Shore y General Motors, entre otras; alberga el muelle de la Cabezuela, la dársena con mayores expectativas de desarrollo económico y fiscal; acoge al campus universitario y es pieza angular para el desarrollo de la Bahía. Su término es frontera con el resto de municipios de la comarca y tiene suelo reservado -el Polígono de Las Aletas- para pilotar el desarrollo industrial y económico aún por venir. Puerto Real ha sido en las dos últimas décadas, junto a San Fernando, la ciudad receptora de la población que ha abandonado la capital. En la actualidad se construyen 2.000 viviendas. Además, sobre la mesa del alcalde hay ofertas para construir cuatro campos de golf y siete hoteles. Todo pendiente. Esas son las potencialidades. Sin embargo, en el Pacto, se han afanado en trabajar más "en lo doméstico", dice Antonio García (PSOE), alcalde actual, "en salvar al municipio y devolverle la credibilidad a la institución, porque era una emergencia". Una auditoría de Arthur Andersen dictaminó que en 1995 la deuda ascendía a 8.450 millones de pesetas. "Cuando llegamos había tres millones en la caja; hemos recuperado aliento ante los bancos y hemos pagado las trampas: la situación no está salvada, pero hoy tenemos crédito", sostiene Antonio Carrión (PP), alcalde entre julio de 1995 y enero de 1998, quien tuvo que recurrir a su propio patrimonio personal para que los bancos concedieran pequeños créditos. Pese a todo, "el Pacto ha funcionado", defienden sus patrocinadores, quienes aseguran que han salvado las diferencias "políticas" y "las ideologías antagónicas" porque la ciudad necesitaba "un gobierno que trabajara frente a un alcalde de Asuntos Exteriores", dice un edil con responsabilidades de gobierno en referencia Barroso, a quien acusan de haber dedicado más tiempo a las políticas de solidaridad con Latinoamérica que los problemas cotidianos de la población. Barroso, desde luego, tiene otra visión del pacto. "Han sido los cuatro años más planos y laxos desde 1979. Se ha practicado una política vacua, suntuaria, superflua. Pese a su descomposición interna, han tenido como nexo común los ataques a mi persona: eso les ha unido". Para el ex alcalde y de nuevo candidato de IU, la ciudad no ha avanzado. "No se ha integrado el ferrocarril en la ciudad ni se han creado los polígonos industriales, ha habido un silencio cómplice con el tercer acceso a Cádiz, no se ha rehabilitado el casco antiguo ni se ha jugado un papel dinamizador en la Bahía". La incógnita es si después del 13 de junio se reeditará el Pacto. Los socialistas dicen que ya no se dan las circunstancias; el PP prefiere no hablar de eso hasta después de las elecciones y en IU están seguros: "Si no tenemos mayoría suficiente, volverán pactar contra mí", dice, lapidario, Barroso.

La vida política ha estado marcada por el acuerdo de PP, PSOE, PA y E+C contra Barroso [CN] El ex alcalde de IU cree que los partidos se volverán a unir si no obtiene la mayoría

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