El Barça asusta al Estudiantes

Estudiantes debió regresar a Madrid con el susto en el cuerpo. Dejó mucho que desear en el primer partido. Ayer, en el segundo, lo intentó. Pero la respuesta del Barça fue tan seca, autoritaria y disuasoria que zanjó la semifinal, a falta del obligado viaje a Madrid. Del espíritu indomable de Estudiantes se puede esperar cualquier cosa. No sería de extrañar que, amparado por el apoyo incondicional de La Demencia, aún le presentara batalla al Barça. Pero el vapuleo que sufrió ayer fue abrumador, de los que disuaden de toda quimera.El primer asalto, el pasado jueves, estuvo a punto de adormecer a quien lo presenció. Ayer Estudiantes trató de aplicar un tratamiento de choque. Desempolvó su arsenal de argucias tácticas y arrancó con la intensidad propia de lo que se está ventilando, unas semifinales de la Liga ACB. El ritmo fue infinitamente superior, hubo mucha mayor presión y las faltas no dejaron de reflejar la determinación en los marcajes y en la lucha por el rebote. No le fue mal en principio a Estudiantes. Sorprendió al Barça. Los escarceos en el interior de la zona de De Miguel llevaron a mal traer a la defensa azulgrana que tardó en sincronizar sus movimientos. Sus intentos por ahogar el ataque de Estudiantes con repetidos dos contra uno, fracasaron más de la cuenta por este motivo. Y De Miguel, en estado de gracia, fue una máquina de anotar, de forzar personales y de rebotear. Este último aspecto fue el que mayores quebraderos de cabeza le dio al Barça. Incluso, pese a la contundencia de su victoria, el rebote manchó su expediente y dejó deberes para sus próximos entrenamientos. Las torres azulgrana permitieron que Estudiantes capturase nada menos que 24 rebotes ofensivos y que su desventaja en el total de la estadística fuera de 14 rebotes (41 de Estudiantes por 27 del Barça).

Pero esa fue la excepción. Por lo demás el Barça fue absolutamente superior. Le bastaron un par de galopadas para dejar fuera de órbita a Estudiantes. La aparición de Nacho Rodríguez, que avivó la transición de defensa a ataque, y de Dueñas, que acabó con la impunidad de los pívots de Estudiantes, además de la ya habitual zona defensiva 1-3-1 azulgrana, dieron el vuelco al marcador: del 14-22 se pasó a un 32-24. Aún mantuvo unos minutos el tipo Estudiantes pero un triple de De la Fuente, desde más de siete metros y en el último segundo antes del descanso, empezó el segundo punto de inflexión. Porque dos nuevos triples le esperaban a Estudiantes en la reanudación. La diferencia se elevaba a 14 puntos: 50-36. Y el Barça empezaba a encontrarse a gusto. Funcionaba su defensa en zona y no digamos ya su contrataque. Las canastas le llovían a Estudiantes desde todos los ángulos y posiciones. faltaban 14 minutos el partido estaba sentenciado, 60-40. Reyes, que todavía no ha estado a la altura de las circunstancia de lo que se puede esperar de él, se encargó, junto a Robles, de que el castigo de su equipo no fuera aún mayor.

El Barça tuvo el mérito de no mecerse en su seguro triunfo y mantuvo una velocidad de crucero que agradeció su público. Su demostración, relativizada por la desmoralización de Estudiantes, fue pese a todo portentosa. Anotaba desde todas las posiciones y todos y cada uno de sus jugadores levantaron acta de su enorme calidad. Entraron al final en acción sus dos jóvenes talentes, el base Juan Carlos Navarro y el espigado ala-pívot, Pau Gasol. Tuvieron tiempo suficiente para protagonizar un alley-hoop y un mate de Gasol que dejó anonados a los jugadores de Estudiantes. La serie se traslada ahora a Madrid. Por lo visto en el Palau Blaugrana para Estudiantes será meritorio evitar el 3-0. Aunque las cosas, con La Demencia en la grada, siempre pueden ser muy diferentes, la semifinal está muy decantada y la superioridad del Barça ha sido ´muy explícita.