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Los colaboradores del prefecto de Córcega le hacen culpable único de la 'guerra sucia'

Bernard Bonnet, el destituido y encarcelado ex prefecto de Córcega, se ha declarado en huelga de hambre. Bonnet afirma que él no ha confesado haber ordenado el incendio de chez Francis, el restaurante playero ilegal de cala Orzu, cerca de Ajaccio, que ardió la noche del 19 al 20 de abril, y añade que "el asunto no concierne ni de lejos ni de cerca al Gobierno de la República". Pero sus hombres de confianza le acusan de todo. Hasta el coronel Henri Mazères, que era responsable de la unidad de élite que provocó el incendió, acusó ayer ante el juez al ex prefecto.

Desde su celda de la cárcel de la Santé, en París, Bonnet quiere "manifestar así", con su huelga de hambre, su "extrema indignación ante la sucesión orquestada de hechos" que le ha llevado a prisión. El fiscal de la República en Ajaccio ha admitido que "no hay por ahora ningún elemento en la investigación que permita remontar a un escalafón superior". Según el fiscal, "la operación parece haber sido organizada a nivel regional".Sin embargo, los antiguos colaboradores de Bonnet le responsabilizan de todo. Su jefe de gabinete, Gérard Pardini, ha declarado ante el juez que fue él quien redactó, de su puño y letra, la octavilla que se encontró junto a las ruinas de chez Francis y que quería implicar a los nacionalistas. "Fue idea de Bonnet", dice Pardini. El lugarteniente Bertrand Cavallier, despechado porque Bonnet no le conseguía un ascenso, acude a una reunión con el prefecto con un magnetofón oculto.

"Controlo la situación", dice Bonnet en la cinta, "el asunto del chiringuito no trascenderá". Cavallier asegura también que Pardini en persona, acompañado del coronel Henri Mazères, fueron quienes quemaron, el 7 de marzo, la cocina de otro local playero, el Aria Marina y que tenían en proyecto ametrallar las fachadas de viviendas de nacionalistas. El coronel Mazères confesó ayer ante el juez "haber incendiado el restaurante siguiendo instrucciones del prefecto Bonnet".

Asesinato de Ericnag

En París, el gabinete del primer ministro ha reconocido haber recibido varias notas de Bonnet, y que Jospin se citó con el ex prefecto el 9 de febrero del 1999. Las notas de Bonnet fueron enviadas a sus destinatarios naturales, los jueces responsables de asuntos de antiterrorismo que se ocupan del asesinato del prefecto Claude Erignac el 6 de febrero del 1998, el predecesor de Bonnet.Es más, el ministro del Interior, Jean-Pierre Chevènement, una vez recuperado de un grave accidente cerebral, se reincorpora a su ministerio el 4 de enero de 1999 y el 8 de enero ya se entrevista con Bonnet. El 26 de febrero le convoca a París de nuevo y, en presencia de varios miembros de la jerarquía policial, le desautoriza en su investigación paralela sobre la muerte de Erignac.

Lo cierto es que Bonnet, en sus 14 meses de prefectura, había reducido el fraude fiscal en Córcega a una cuarta parte, aumentado la recaudación del IVA en un 70%, descubierto importantes desvíos de fondos en subvenciones sociales y agrícolas, detenido a varios centenares de personas, derribado edificaciones ilegales, y creía haber puesto en evidencia ciertas disfunciones dentro de los servicios de la policía nacional.

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Nacionalistas, derecha caciquil, propietarios de restaurantes de playa, empresas de seguridad, campesinos subvencionados y policías bajo sospecha han celebrado el resbalón del soberbio Bonnet. Éste asegura que su patinazo ha sido "orquestado", pero de momento sólo puede decirse que fue él quien puso todas las notas necesarias en la partitura.

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